La impactante confesión de uno de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes sobre la carne humana

A 45 años del accidente, Carlos  Páez entregó impactantes detalles sobre lo ocurrido tras decidir comerse a los fallecidos para vivir. 

En octubre de 1972, el equipo de rugby uruguayo Old Christians Club viajaba a Chile para disputar una serie de partidos, pero todo se arruinó cuando al cruzar la cordillera de Los Andes el avión sufrió un desperfecto y se precipitó.

Durante dos semanas, 16 personas de las 44 que viajaban lograron sobrevivir a más de 4 mil metros de altura sin comida, agua, ni ropa adecuada para soportar los 30° bajo cero del lugar.

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La clave de la supervivencia fue la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos, tras haber agotado la poca comida con la que contaron en algún momento y la inexistencia de vegetación y animales para consumir.

“En diez días comí cuadritos de chocolate, 1/16 de berberechos (moluscos)… no quedaba nada en la despensa y se lo dije a Nando, este me miró a los ojos y me dijo ‘Carlitos, yo me como al piloto'”, confesó en el programa español “Chester in love”, Carlos Páez, uno de los sobrevivientes.

“Creo que agarraron a quien tenían más cerca. Estaba todo congelado y no la cocinábamos. Algún día pudimos cocinarla, pero si no la comíamos cruda”, agregó el uruguayo, quien en ese entonces sólo tenía 18 años y cumplió los 19 en las cumbres de Los Andes.

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Respecto a cómo fue el proceso de adaptación de comer carne humana, el exdeportista manifestó que “llega un momento en el que te acostumbras tanto que de pronto te sientas encima de un muerto para no estar encima de la nieve”.

Como si esto fuera poco, el sobreviviente a la tragedia impactó al confesar que lo que hizo más fácil el proceso fue el hecho de que “la carne humana sabe igual que la carne de vaca”.

Sin embargo, Carlos prefiere quedarse con el lado bueno de la historia a 45 años de la tragedia, especialmente el contacto con Dios que consiguió durante esos duros momentos.

“Echo de menos encontrarme con Dios, el Dios de la montaña que sólo conocía cuando estaba despojado de absolutamente todo”, remató el sobreviviente.

Fotos: Reproducción Carlos Páez / Wikipedia / Reproducción “Chester in love”

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