La perturbadora vida del escritor que “andaba con zombies” y comía carne humana

William Seabrook también participó en ritos que incluían sacrificios humanos. 

Los viajeros más famosos de la historia recorrieron el mundo en búsqueda de descubrimientos palpables, como la ciudad de El Dorado, las ruinas de Troya o Machu Picchu. Sin embargo, el periodista, escritor y ocultista William Seabrook siempre lo hizo por razones mucho más enigmáticas, con el fin de conocer los misterios ocultos de las culturas primitivas, la magia y la brujería.

Considerado como uno de los grandes artistas de la llamada Generación Perdida junto a Ernest Hemingway y F. Scott Fitzgerald, Seabrook es el que menos difusión ha tenido. En parte, quizá, por el estilo de vida que llevó y las temáticas que abordó en su prolífica obra.

Uno de sus trabajos más importantes es “La isla mágica”, de 1929, un reportaje literario que recoge la estadía de un año del escritor en la jungla de Haití, donde se convirtió en el primer hombre blanco en iniciarse en los misterios del vudú. Fue este libro el que dio lugar a películas de terror como “Yo anduve con un zombie” (1943) y además introdujo por primera vez en término “zombie” en la cultura occidental.

la isla mágica

 

Después de esta experiencia, el autor siguió buscando lo prohibido. Seabrook estaba decidido a practicar el canibalismo y fue en Costa de Marfil, por recomendación del escritor Paul Morand, donde tuvo acceso a probar carne humana y asistir a ritos mágicos que incluían sacrificios humanos.

Más tarde el escritor contaría en detalle esta experiencia y sería una de las primeras personas en decir a qué sabe a carne humana: “Sabía bien, como si fuese de un desarrollado ternero, no tan joven, pero no todavía como un filete de res. Fue definitivamente como eso, y no fue como otra carne que había probado antes. Un carne muy cerca de ser una buena ternera, que considero que ninguna persona con un paladar de sensibilidad común y corriente podría distinguirla de aquella”, explicó.

asylum

También es el autor del libro “Asylum” (1935), en el que describe su estadía en un centro psiquiátrico, debido a su dependencia crítica al alcohol. Esta obra permitió que por primera vez el alcoholismo fuera considerado un tema de salud pública. La perturbadora vida de William Seabrook terminó abruptamente el 20 de septiembre de 1945: cometió suicidio por sobredosis de drogas.

Fotos: NNDB.

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