Antes de la fama: los días cuando Daniela Vega trabajaba de peluquera en el centro de Santiago

En 2009 llegó a trabajar con 20 años a la peluquería “Mimos”. “A mucha dedicación fue aprendiendo. Se hizo su propia clientela”, dice su dueño. 

Tras su protagónico en “Una mujer fantástica”, Daniela Vega se ha transformado en toda una estrella del cine mundial, más aún cuando la cinta dirigida por Sebastián Lelio se quedó con el Oscar a “Mejor película extranjera”.

Pero antes del éxito, la fama y las luces, Vega era una transgénero que se ganaba la vida en una discreta peluquería en el centro de Santiago, mientras tomaba clases de canto lírico.

En 2009 llegó a trabajar con 20 años a la peluquería “Mimos”, gracias a la recomendación de su amigo John Lambarch.

“La conocí como Daniela, como mina. No la vi en su proceso de cambio. Ella entró al salón teniendo más lomo que muchas, con unos tacos inmensos. Cuando estaba dentro del local, me di cuenta de su condición. Pasa que en este mundo, uno cacha al tiro”, dice a La Cuarta, Miguel Mora, el dueño de la peluquería.

Mora dice que por ese entonces la protagonista de “Una mujer fantástica” no tenía mucho manejo en peluquería, solo cierto grado de conocimiento en maquillaje y peinados.

Con el tiempo fue tomando experiencia y comenzó a tener su propia clientela. “Ella a mucha dedicación fue aprendiendo. Se hizo su propia clientela, es decir, personas que sólo se atendían con ella”, dice Mora.

Además, era recurrente oírla cantar mientras trabajaba. “A mí me interpretó el Feliz Cumpleaños a capela. Aquí sonaba todo el día música clásica y temas de Joyce Didonato”, agrega Mora.

Fotos: La Cuarta

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