La creadora de los “Safe Shorts” sufrió un intento de violación y pensó en que esta prenda debería estar disponible para las mujeres. Se llenó de críticas.
Todo comenzó como una idea de la alemana Sandra Seilz cuando fue agredida por tres hombres mientras corría por una pista deportiva a plena luz del día.
“Se me pusieron delante tres hombres. Uno de ellos intentó bajarme los pantalones, otro me sujetó y el último intentó violarme”, relató a Vice la mujer.
Luego en Alemania hubo un episodio de agresiones sexuales masivas la noche de navidad en el año 2015. Por esa razón Seilz decidió que era hora de crear un pantalón antiviolación que debía estar disponible para cualquier mujer y comenzó a trabajar en eso.
El pantalón está fabricado con un material resistente a los cortes, y un cordón anticortes unido a la parte de la cintura y la pelvis. Como medida adicional cuenta con un clip con un candado con clave y a su vez con una alarma que emite un sonido a 130 decibeles, que se activa cuando alguien quiere quitar la prenda. También se puede activar manualmente ante cualquier amenaza.
Los llamados “Safe Shorts” tienen un alto costo, del que está consciente su creadora. Su versión de prenda íntima cuesta 89 euros y en el caso de los pantalones deportivos un valor de 149 euros.
“Nos llegan muchas peticiones de Sudamérica, Sudáfrica, India y Asia, pero el problema es lo elevado del precio”, explica Seilz. “Tenemos que bajar el precio para que los Safe Shorts estén al alcance de cualquier mujer del mundo que quiera comprarlos”.
La iniciativa de esta alemana también tiene sus detractores. Varias mujeres han criticado esta prenda por considerar que la responsabilidad de detener las violaciones no debería recaer sobre las mujeres.
Fotos: Safe Shorts
