Decapitó a una cascabel, pero la serpiente lo mordió igual y le inyectó su letal veneno

El estadounidense mató a la víbora en su jardín en el sur de Texas. Pero la cosa no quedó ahí.

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Un hombre estadounidense bailó con la muerte el pasado 27 de mayo después de sufrir la picadura de una serpiente de cascabel que él mismo había decapitado en el jardín de su casa en Corpus Christi, una región costera en el sur de Texas.

Doce días después del suceso, Milo Sutcliffe se encuentra estable tras haber necesitado 26 dosis de antídoto. El vecino de Texas estaba trabajando en su jardín cuando se topó con una víbora de un metro de longitud. Milo agarró una pala y decapitó al animal con facilidad con un corte seco a la altura del cuello.

Pero luego cometió un error. Decidió recoger los restos sin protección, y cuando tenía la cabeza de la serpiente en la mano derecha, recibió una mordedura profunda y se quedó con los colmillos clavados en la mano derecha.

La víctima fue trasladada a un hospital cercano sufriendo convulsiones y presentando una hemorragia desagradable en la base de los dedos anular y corazón. Llegó incluso a perder la vista por momentos.

Finalmente, Milo no pasará a engordar la lista de víctimas mortales por mordedura de serpiente, un accidente más típico de lo habitual que origina alrededor de 100.000 muertes al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

¿Cómo te puede morder una serpiente muerta?

Las serpientes de cascabel pueden moverse hasta una hora después de haber muerto, tal y como descubrió la exploradora de National Geographic Jaclyn Skurie. La experta explicó en un artículo para la prestigiosa revista que estos animales tienen la capacidad reflexiva de inyectar veneno incluso estando muertas. Incluso se muerden a sí mismas.

Esta serpiente es la más peligrosa de Estados Unidos y habita en su mayoría en el sur del país. Puede llegar a medir hasta dos metros, se defiende con veneno y se alimenta de aves, lagartos y mamíferos.

Fotos: Shuttersotck

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