El extraño síndrome que padece una mujer que ha pasado afeitándose toda su vida

La mujer de 33 años se afeitó por años por temor a lo que le dijeran los demás hasta que un accidente hizo cambiar todo.

Leah Jorgensen es una mujer de 33 años de Wisconsin, Estados Unidos, que ha pasado toda su vida afeitándose por padecer un extraño síndrome. Con los años aprendió que esto no debería importarle.

Desde los 14 años fue intimidada por la forma en la que se veía. Por esa razón decidió cubrirse siempre con camisas de mangas largas y pantalones. A los 20, comenzó a afeitarse. Ella tiene el síndrome de ovario poliquístico, lo que hace que tenga un excesivo crecimiento de pelo en el pecho, la barbilla y el estómago.

“Mi manera de enfrentar esa vergüenza era esconderme. Mi objetivo diario durante mucho tiempo fue pasar el día sin que nadie se diera cuenta de lo peluda que estaba”, cuenta a Metro.

La inseguridad de Leah le impidió acercarse a las personas. No tuvo su primer beso hasta los 27 años y evitó al dentista durante doce años. “Debido a que tengo tanto de eso, fue muy difícil ocultarlo. Desarrollé un caso terrible de ansiedad y realmente afectó mi salud mental”, comenta.

Todo cambió en 2015, cuando Leah fue atropellada por un automóvil. Tuvo que ser llevada al hospital en ambulancia, y los paramédicos tuvieron que cortarle la ropa para someterla a una cirugía. Esto significaba que los médicos vieran el crecimiento de los vellos, pero para su sorpresa, no les molestaba en absoluto.

“Estaba realmente convencida de que perdería a mis amigos y mi familia me negaría, y no podría conseguir un trabajo o un novio, simplemente viviría una vida miserable sola… Me di cuenta de que a nadie le importaba lo que parecía. Simplemente me vieron como una persona”, relata.

A partir de ese momento, decidió dejar de afeitarse y esconder sus vellos. Leah ahora los acepta vistiendo escotes y faldas sin mangas con las piernas desnudas en público sin preocuparse por lo que piensa la gente.

“Me di cuenta de que nunca me disgustó realmente cómo se veía el cabello. El problema no fue con el cabello, sino con la percepción que la gente tiene de él”, aseguró la muchacha.

Leah comparte fotos de su cabello en Instagram, y el próximo mes será fotografiada para un libro que promueve la diversidad, llamado Underneath We Are Women.

Fotos: Instagram