El hombre que salvó al mundo de la destrucción total pero que murió en el olvido

Stanislav Petrov fue un analista de inteligencia soviético que en 1983 tomó una decisión que evitó la Tercera Guerra Mundial.

El 26 de septiembre de 1983 pudo ser el día del inicio de una guerra nuclear que pudo terminar con toda la humanidad. Sin embargo, el mundo se salvó gracias a la anónima acción de un hombre que a pesar de su heroica acción, falleció sin recibir el reconocimiento que se merecía.

Se trata de Stanislav Petrov, un ex analista de inteligencia soviético quien ese día de septiembre de 1983 y a la edad de 44 años estaba en una base secreta en Moscú viendo con preocupación una pantalla de un radar. El aparato le decía que Estados Unidos acababa de lanzar un misil nuclear con dirección a la capital de la por entonces Unión Soviética.

Petrov tuvo que tomar una decisión en solo unos minutos. Por protocolo tenía que informar a sus superiores de lo que aparecía en su pantalla. Sin embargo, el analista estaba consciente de que eso podía desatar la Tercera Guerra Mundial y por consecuencia, el fin de la humanidad.

El ruso dedujo que lo que aparecía en el radar era una falsa alarma por lo que decidió solo informar que había una falla en el sistema y que debía ser revisado.

Ese día Petrov volvió a su casa como si nada hubiera ocurrido. Durante ocho años no le dijo a nadie de lo que había visto ese día en el radar y de la decisión que finalmente salvó al mundo.

Recién en 1991 y tras el colapsó de la URSS, Petrov reveló lo que había pasado ese día de septiembre de comienzos de los 80. Sin embargo, solo fue galardonado en secreto por el gobierno Ruso.  

El 19 de mayo de 2017 falleció en un modesto pueblo a las afueras de Moscú, sin que el mundo se enterara del rol clave que tuvo en la Guerra Fría y en la preservación de la paz mundial.

Solo esta semana, el fallecido analista soviético recibió un galardón póstumo en el Museo de Matemáticas de Nueva York, donde el ex secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, encabezó la ceremonia.

“Es difícil imaginar algo más devastador para la humanidad que una guerra nuclear total entre Rusia y los Estados Unidos. Sin embargo, esto pudo haber ocurrido por accidente el 26 de septiembre de 1983, si no hubiera sido por las sabias decisiones de Stanislav Yevgrafovich Petrov. Por esto, merece la profunda gratitud de la humanidad”, señaló el diplomático sehún señala The Sun.

Fotos: Shutterstock/Wikipedia

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