Un nuevo informe derriba la creencia de que un año en la vida de un perro son siete años humanos. Los investigadores presentaron un nuevo cálculo que se rige en las dimensiones del animal. Qué opinan los expertos.
Las creencias populares se sostiene sobre la épica, la banalización o la desinformación. La teoría de que “un año canino equivale a siete años en la vida de un ser humano” fue tan difundida en la sociedad como desaprobada por diversos cuerpos de investigadores. Se construyó un mito imposible de derribar por falta de pruebas, por la imposibilidad de comprobarlo y por la naturalidad de pronosticar el ciclo de vida de los perros.
Un nuevo informe elaborado por la revista Science Alert estudia nuevamente esta máxima que se enraizó en el colectivo popular y evidencia la carencia de fundamentos científicos.
El relevamiento brindó una serie de datos que ratifican lo contrario: un año humano no equivale a siete en la vida perruna. Esta afirmación, que traspasó generaciones, no contempla que los perros envejecen a diferentes velocidades en comparación a los humanos. La teoría surge a partir de la premisa de que los humanos no pueden envejecer siete años más despacio que los perros. De esta manera en el 2014 era el sitio Business Insider que ahondó en el legendario mito de la edad perruna.
“El desarrollo del can es distinto al de los humanos, eso es un hecho, pero no podemos decir con certeza cuánto equivale un año perruno en la vida de un ser humano”, expresó en diálogo con Infobae la medica veterinaria especializada en etología clínica Maria Virginia Ragau.
Una de las tantas justificaciones a la que se refiere el artículo es que el desarrollo que tiene un perro durante el primer año de vida no coincide con el de un ser humano, empezando por la madurez sexual completa al año. “Los caninos se encuentran en condiciones de reproducirse en su primer año de vida, si seguimos pensando en la relación de que un año perruno son siete humanos nos damos cuenta que es imposible que un niño de siete años se reproduzca: sería recién a sus 14 o 15 años de edad”, describió la médica veterinaria.
Por otro lado, los perros envejecen más rápido que las personas durante los dos primeros años. “Todo depende del tamaño de cada perro, ya que las razas más pequeñas viven más que las grandes”, dijo Ragau.
En comparación con los humanos, los perros envejecen más lento hacia el final. Entonces, según los datos aportados por el informe, calcular la edad de un perro en relación con la humana es improcedente, inexacto. “No podemos decir a ciencia cierta cuánto equivale un año perruno a uno humano ya que son muchas cosas que dependen de cada perro, del estilo de vida, entre otras cosas”, comentó la veterinaria.
Sin embargo, el artículo brindó un estimativo acerca de cómo calcular la edad de un perro de acuerdo a su categoría: pequeño (9,5 kg o menos), mediano (9,6 kg a 22 kg), grande (23 kg a 40 kg) o gigante (más de 41 kg).
El mito de los siete años
El origen que arraigó la creencia en el imaginario colectivo acerca de los siete años perrunos se desconoce. Sin embargo, el intento de calcular los años perrunos data de una inscripción en la Abadía de Westminster, Inglaterra de 1268: calcula que un año humano equivale a nueve años de un perro, distinto a lo que se sigue creyendo hasta ahora.
Sin embargo, son muchos los que creen que el origen del mito pudo haber nacido como una estrategia de marketing de los veterinarios o de las empresas de alimento balanceado.
“Nunca sabremos de dónde ni cómo se calcula un año perruno en la vida del ser humano, hoy podemos decir que los perros se desarrollan diferente a las personas pero no podemos tener datos concretos sobre el tema”, concluyó Maria Virginia Ragau a Infobae.
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