¿Estás en una relación tóxica? Ojo con estas frases

Las palabras pueden ser realmente poderosas, solo que a veces no somos conscientes de lo que producen.

A veces no somos realmente conscientes de lo poderosas que son las palabras. Y sobre todo cuando se dan en el contexto de una relación amorosa. Peor todavía, en una de carácter tóxico. 

A continuación, una serie de frases que publica la bloguera Duquesa Doslabios en el Blog de Lilih Blue, que suelen estar presentes en una relación romántica problemática y que no son otra cosa que una forma de control y también una manera de humillar al otro. 

“Escríbeme, que si no, me preocupo”. Una maniobra que suele empezar con algo tan inocente como lo de mandar un mensaje avisando de que ya has llegado a casa. Pero eso, muchas veces, sirve como vía de entrada a estar mandando mensajes constantemente. Pasa de ser una vía de control para que la otra persona sepa lo que estamos haciendo constantemente, lo que demuestra que no existe ningún tipo de confianza ni autonomía. 

“Está muy bien pero…” es una frase que puede tener varios finales. “…¿pero no llevas mucho escote?” “…¿pero no vas muy maquillada?” “…¿pero no crees que esa amiga tuya te pone demasiados Me gusta en Instagram?” “…¿pero no te va a quitar tiempo de estar juntos?”. Una vez más lo que deja al descubierto es la inseguridad en la otra persona y su intento por controlar una vida que no le pertenece. Ante este tipo de situaciones, siempre recordar que somos libres y que nadie debería coaccionarnos si queremos hacer, ser o llevar algo de una determinada manera. 

“Nadie te va a querer tanto como yo”. Lo que desencadena esta frase en tu cabeza, sin que te des cuenta, es una espiral de negatividad de la que ni siquiera eres consciente. Por un lado sientes agradecimiento y hasta un cierto punto de endeudamiento con esa persona ya que nadie va a quererte así como eres (porque esa es otra, recalcará que con tu forma de ser, que alguien te quiera es como para que te des con una piedra en los dientes). Por otro lado produce miedo. Miedo de que si esa persona desaparece, solo te queda la soledad. Miedo de que nadie te vuelva a querer o quizás de que no te quieran tanto como tu pareja dice quererte.

“Eres demasiado para mí” o “Yo nunca voy a estar a tu altura”. La frase es una especie de sandwich de halagos venenoso. Tú lo muerdes porque por un lado tu ego se siente muy complacido (a todos nos gusta sentirnos valorados por nuestra pareja). Sin embargo debemos recordar que no es una competición en la que gana el más alto, listo, guapo, fuerte o quien tiene un salario más alto. Especialmente cuando la frase lo que deja en evidencia es que nuestra pareja tiene problemas de autoestima. 

“Eres todo lo que tengo”. Si hay una oración que aparezca como ejemplo cuando buscamos en el diccionario “chantaje emocional” es esta. Tu pareja nunca debe ser tu único motivo para seguir adelante en la vida. La motivación, las ganas de vivir, lo que te impulsa a salir de la cama por las mañanas dependen única y exclusivamente de ti. Si la otra persona no es capaz de encontrar sus propios alicientes, no es tu responsabilidad.

Fotos: Shutterstock.

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