Joven drogadicta se sacó los ojos frente a una iglesia para “acercarse” a Dios

La mujer estaba bajo los efectos alucinatorios de la metanfetamina y el éxtasis.

Kaylee Muthart, de 20 años, estaba bajo los efectos de la metanfetamina y el éxtasis cuando cometió el brutal acto de sacarse los ojos. Lo hizo frente a una iglesia, en California del Sur, para “acercarse a Dios” y “para que nadie más en el mundo se lastimara”, diría más tarde en su declaración.

Un pastor que se encontraba en el lugar trató de detenerla, cuando escuchó que gritaba: “¡Quiero ver la luz!”. Pero era demasiado tarde, pues el daño que se había hecho era irreversible. De todas maneras, la chica diría luego que de no ser por el hombre, ella incluso “podría haberse sacado el cerebro”. 

“Empujé mi pulgar, índice y dedo medio en cada ojo. Agarré cada globo ocular, giré y tiré hasta que cada ojo salió de la cuenca. Parecía una lucha masiva, lo más difícil que he tenido que hacer”, dijo a Cosmopolitan.

Muthart comenzó con el consumo de drogas el verano pasado en el hemisferio norte, luego de hacerse dependiente de la cocaína y la metanfetamina tras mezclarlas con marihuana, dejando sus estudios, su trabajo y su noviazgo. Además, con anterioridad la joven había sido diagnosticada con bipolaridad.

Kaylee ahora intenta sacar cuentas positivas del atentado físico que cometió contra sí misma: “Perder mis ojos puede haber sido algo bueno porque no he usado drogas desde que tuve una operación en los nervios ópticos. Me costó perder la vista para volver al camino correcto, pero desde el fondo de mi corazón, estoy tan contenta de estar aquí”, reconoció.

Actualmente, la joven y su familia se encuentran recaudando dinero a través de una campaña de “GoFoundMe” para comprar un perro lazarillo que la ayude a diario.

Fotos: Kaylee Muthart.

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