Matthew Falder: el sádico de la deep web que obligaba a sus víctimas a hacer cosas horribles
Bajo amenaza de publicar contenido sensible, los hacía cometer actos sexuales y físicos perturbadores.
Contrabando de armas, contratación de sicarios y pederastía. Esas son solo algunas de las cosas que se pueden encontrar en la deep web, esa dimensión oscura que contiene unas 500 veces la cantidad de información del internet superficial.
Desde ese lugar, al que se accede a través de navegadores especiales y bajo un cifrado al alcance de unos cuantos hackers, operaba el sádico Matthew Falder, un tipo con una doble vida que a espadas de su novia y sus padres se dedicaba a joder a otras personas.
El británico de 29 parecía un sujeto común. Pero tras su apariencia inocente y su carrera como investigador geofísico de la Universidad de Birmingham, ocultaba una personalidad perversa que dejaba salir en las profundidades de la web.
Durante ocho años utilizó el carácter irrastreable del “sótano” de internet para cometer todo tipo de delitos. Cosas horribles bajo los alias de inthegarden, evilmind y 666devil. Su modus operandi se basaba en adoptar la identidad digital de un artista para acercarse a sus víctimas, en su mayoría adolescentes, a quienes persuadía para que le enviaran fotografías semidesnudas o desnudas para fines artísticos.
Pero una vez caían en la trampa comenzaba su maquiavélico juego: bajo amenaza de publicar las fotografías por todo internet, obligaba a las víctimas a cometer actos sexuales y físicos perturbadores. Lamer baños públicos, comer heces, colgarse carteles racistas o violar a terceras personas. Y lo grababa.
También instalaba cámaras ocultas en baños públicos para utilizar las grabaciones como arma de extorsión. O simplemente para intercambiarlas con otros sádicos como él. Y es que, aunque la historia de Falder resulte muy retorcida, las profundidades de internet están llenas de personas tan perturbadas como él. Se agrupan bajo foros y comunidades virtuales denominadas de carácter “hurtcore”, donde las imágenes de abusos sexuales y torturas a niños y bebés fluyen con normalidad.
Y Falder en estos grupos era uno de los peores. También participaba en hilos espeluznantes como “100 cosas que nos gustaría hacer al menos una vez”, donde por ejemplo escribió “romper lenta y deliberadamente los huesos de un niño” y “abusar de un niño paralítico”, recoge el sitio Código Nuevo.
Todos estos terribles detalles fueron expuestos en el juicio contra el británico. Matthew pasará los próximos 32 años en la cárcel, ya que tras ser detenido en una macroperación policial que involucró cuerpos de seguridad de varios países, admitió ante el juez haber cometido 137 delitos contra 46 víctimas diferentes.
Fotos: Policía de Inglaterra.