Perdió parte de su cara, las piernas y los dedos por una bacteria en la saliva de su perro

Jaco Nel sufrió una septicemia luego que su perro le transmitiera una bacteria que lo tuvo al borde de la muerte.

Hace un año y medio, Jaco Nel estaba jugando con su perro, un cocker spaniel, cuando se percató que tenía un arañazo en una de sus manos. No le dio importancia y simplemente se limpió y desinfectó la herida.

Sin embargo, a los pocos días comenzó a sentirse mal. Lo que en un comienzo pensó que era una gripe común, en realidad era una infección generalizada que lo tuvo al borde de la muerte.

Una bacteria en la saliva de su perro le provocó una septicemia que lo dejó en coma por cinco días e internado por meses en el hospital. Lo peor estaba por venir.

“Cuando me desperté tuve un shock al ver que tenía prácticamente el cuerpo entero negro: la cara, las manos, las piernas, debido a los daños en los tejidos causados por la coagulación anormal de la sangre, que es algo que pasa por el choque séptico”, dice a la BBC.

La infección obligó a los médicos a amputarle las dos piernas por debajo de la rodilla. Además, perdió parte de la nariz y los dedos de una mano. La septicemia también afectó sus riñones por lo que debió dializarse durante dos meses.

“Al final perdí la punta de la nariz y mis labios tienen cicatrices, me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer, aunque ahora las sobrellevo mejor”, dice Jaco.

Tras las terribles consecuencias que le dejó la infección, y un periodo que él describe como “muy duro”, poco a poco comenzó a salir adelante, gracias al apoyo de su familia y amigos.

Ahora puede conducir un automóvil adaptado para él y tiene una prótesis para la parte que le falta de nariz. Sin embargo, ya no la ocupa debido a que la considera una “máscara” para esconder su historia.

Fotos: Captura de video

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