De una entrevista de trabajo a un millonario que lava platos: la historia de amor de la pareja más rica de la historia

Se comprometieron y vivieron en un departamento alquilado. Ahora, (casi) todo cambió: cómo viven el fundador de Amazon y su esposa.

Infobae

Su camino a convertirse en el hombre más rico del mundo no lo emprendió solo. Desde el comienzo, cuando lo único que tenía era ambición y sueños, lo acompañó una persona: MacKenzie, la esposa de Jeff Bezos. Siempre estuvo allí.

“Para mí ver a mi esposo, alguien a quien amas, tener una aventura. ¿Qué puede ser mejor que eso?”, dijo MacKenzie en una entrevista para la cadena CBS.

La fortuna de Bezos, fundador de Amazon, está estimada en los 100.300 millones de dólares, lo convierte en el hombre más rico en la historia, según CNN.

MacKenzie y Jeff se conocieron cuando ambos trabajaban para la firma de inversiones D.E. Shaw. Mackenzie era investigadora asociada y Bezos era el vicepresidente de la compañía.

Recién graduada en la prestigiosa universidad de Princeton, MacKenzie fue entrevistada para su cargo por Bezos.

“Creo que mi esposa es ingeniosa, inteligente y hermosa, pero tuve la fortuna de ver su currículum antes de conocerla, y pude saber exactamente cuáles eran sus resultados académicos”, bromeó el magnate en una entrevista para la revista Vogue.

 

Luego de que fuera aceptada en la firma inversora, la oficina de Jeff y MacKenzie estaban una junta la otra.

“Todo el día escuchaba esa risa maravillosa. ¿Cómo no te puedes enamorar de una risa así”, dijo Bezos, quien además confesó que desde el primer momento que la conoció se quería casar con ella.

“Nadie entiende cuando le dices: ‘estoy buscando a una mujer ingeniosa’”, agregó Bezos.

A pesar de que al fundador de Amazon le encantaba MacKenzie, fue ella la que se animó hacer el primer contacto cuando lo invitó a almorzar.

Al poco tiempo los dos se pusieron de novios, tres meses después estaban comprometidos y seis meses más tarde ya eran marido y mujer.

Jeff le compartió su sueño, su idea de negocio, su plan de vida. Mackenzie lo escuchó. Vio la pasión que tenía su esposo. Vio fuego en él. Al año siguiente, en 1992, ambos renunciaron al trabajo, tomaron un auto y cruzaron de costa a costa los Estados Unidos, de Nueva York hasta Seattle.

MacKenzie se convirtió en una de la primera empleadas de Amazon ocupando el puesto de contadora.

En Seattle vivieron en una departamento alquilado de una sola habitación hasta 1999. Casi 10 años después la pareja es dueña de cinco casas en los Estados Unidos. Y Bezos es considerado uno de los mayores dueños de bienes raíces en los Estados Unidos.

A pesar de su inmensa fortuna, la familia Bezos intenta llevar una vida normal. Hasta el 2013, MacKenzie llevaba a sus cuatro hijos al colegio en su modesto auto Honda.

La rutina de la familia comienza con un desayuno sano. Y para poder pasar más tiempo con su familia, Bezos jamás organiza reuniones en la mañana .

Por otra parte, la personalidad de cada uno es muy distinta. Se complementan. Mientras Jeff es más social y extrovertido, MacKenzie es más callada y tímida.

Bezos también realiza tareas normales domésticas como lavar platos. “Estoy casi seguro que es una de las cosas más sexy que hago”, bromeó el magnate.

MacKenzie ahora está alejada de la agitada vida de negocios de su esposo y está totalmente abocada a la escritura como autora de ficción. Hasta ahora lleva dos libros publicados.

Fotos: Shutterstock/Wikipedia