El “problema diplomático” que ha generado el gato de Julian Assange

La embajada de Ecuador, donde el fundador de WikiLeaks está asilado desde 2012, le informó de una serie de reglas que debe cumplir, entre ellas, el cuidado de su mascota.

Desde 2012 que Julian Assange está asilado en la embajada de Ecuador en Londres, lugar al que llegó para evitar su extradición a Suecia, país que lo requería por acusaciones de acoso sexual y violación en su contra.

Aunque al fundador de WikiLeaks se le otorgó la nacionalidad ecuatoriana en 2017, al parecer el cuerpo diplomático de la embajada se está cansando de él,  ya que le informaron de ciertas reglas que debe cumplir, entre ellas el cuidado de su gato, que se ha hecho conocido entre el personal y los periodistas del lugar.

Según un documento interno al que tuvo acceso The Guardian, a Assange se le exige una serie de normas que debe seguir, o sino, perderá el asilo político del que goza actualmente.

“Bienestar, alimentación, aseo y cuidado adecuado” de su animal es lo que le piden desde la embajada. De lo contrario, el ciberactivista deberá entregar la mascota a otra persona o a un refugio fuera de la Misión Diplomática.

El animal fue un regalo que le hicieron sus hijos a comienzos de 2016 y aunque se desconce su nombre, el gato tiene hasta una cuenta de Twitter.

 

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El documento también le pide que se abstenga de emitir comentarios o actividades “que pudieran ser consideradas como políticas y de interferencia en los asuntos internos de otros Estados”.

La embajada ecuatoriana además le indica que le restablecerá parcialmente Internet, el que le fue cortado en marzo de este año, “ante su incumplimiento del compromiso escrito que asumió con el gobierno a fines de 2017, por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados”.

“El incumplimiento de las obligaciones que constan en este Protocolo Especial por parte del asilado podrán dar lugar a la terminación del asilo diplomático por parte del Estado ecuatoriano, con arreglo a los instrumentos internacionales pertinentes. El Estado ecuatoriano se reserva el derecho de aceptar o rechazar las explicaciones que pueda dar por escrito el señor Assange”, concluye el documento según señala El País.

Aunque la justicia sueca suspendió la investigación en contra de Assange en 2017, el activista teme ser extraditado a Estados Unidos por la filtración masiva de documentos sensibles de ese país en 2010.

Fotos: Shutterstock/Wikipedia/Twitter

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