La historia del campeón de pesos pesados que le aterraba boxear

Aunque se quedó con el título por nocaut técnico, a Michael Bentt nunca le gustó subirse al cuadrilátero. Solo lo hizo porque su padre (fanático de Muhammad Ali) quería que fuera boxeador.

Actualmente el mundo empuja al ser humano al éxito, a que entregue todo por un objetivo que es triunfar. Pareciera que solo existe el éxito y los aplausos. Pero lo cierto es que el fracaso también es parte de la vida. Hay una frase por ahí que dice que el éxito es el resultado de innumerables fracasos.

Sin embargo, pareciera que nadie enseña cómo enfrentar el fracaso, la derrota. Ese momento en que todo el esfuerzo no basta para lograr el objetivo y en vez de aplausos hay recriminación y soledad. Esa es la tesis de la serie documental Losers dirigida por Mickey Duzyj, donde expone una serie de historias de deportistas que saborearon el amargo sabor de la derrota, pero que lograron levantarse y aprender de esa mala experiencia.

El primer capítulo es sobre Michael Bentt, un boxeador que odiaba boxear y que llegó al cuadrilátero solo porque su padre (fanático de Muhammad Ali) quería que fuera boxeador.

Lo curioso es que a pesar de su resistencia al deporte, Bentt tenía talento al punto de que fue campeón de los pesos pesados de la Organización Mundial de Boxeo a comienzos de la década del 90.

Bentt tuvo una exitosa carrera amateur con un récord de 148 victorias y ocho reveses. En Nueva York, lugar donde se crió, ganó campeonatos locales entre los años 1984 y 1988. En los años 1984, 1986 y 1987 consiguió el título amateur de los pesos pesados de los Estados Unidos.

Sin embargo, en su primera pelea como profesional, el 7 de febrero de 1989, Bentt cayó frente a Jerry Jones por nocaut en el primer asalto. Era la gran promesa y defraudó a todos. Reconoce que fue uno de los momentos más duros de su vida.

A pesar de la derrota y de su rechazo a los guantes, Bentt se preparó y volvió a brillar ganando 10 peleas de forma consecutiva. Eso le dio la oportunidad de disputar el título de los pesos pesados frente a Tommy Morrison, apodado “La Gran Esperanza Blanca” y que ostentaba el título de campeón.

A Morrison le decían también el “Mike Tyson blanco”, ya que noqueaba a todos sus rivales, por lo que muchos pensaban que Bentt no tenía ninguna oportunidad. Sin embargo, ante todo pronóstico, Bentt sorprendió en el primer asalto llevándose el título por nocaut técnico.

Lamentablemente, en la primera defensa del título, Bentt cayó ante Herbie Hide por nocaut en el séptimo asalto. Después de la pelea, colapsó en los vestuarios y estuvo en coma por cuatro días en los cuales estuvo cerca de morir.

Los médicos encontraron un coágulo en el cerebro, lo que le impidió seguir boxeando. Bentt reconoce que para él fue una bendición ya que nunca en su vida quiso ser boxeador.

Tras su retiro comenzó a escribir en una revista deportiva sobre su experiencia con la derrota y cómo eso le ayudó para la vida. Hoy está dedicado a la actuación y ha participado en películas como Millon dollar baby y Alí. En esta última interpreta nada menos que a Sonny Liston.

Fotos: Captura de video 

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