Intruso evadió la seguridad del Palacio de Buckingham mientras la reina Isabell II dormía
La situación vuelve a poner en entredicho las medidas existentes para resguardar a la monarca.
Mientras la reina Isabel II dormía plácidamente en su habitación durante la madrugada de este martes, un intruso burló la seguridad y escaló por la parte delantera del edificio del palacio de Buckingham, en Reino Unido, lo que causó alarma en la Familia Real inglesa.
De acuerdo a The Sun, la policía tardó alrededor de cuatro minutos en apresar al sujeto de 22 años, lo que vuelve a poner en entredicho las medidas existentes para resguardar a la monarca.
“Estaba decidido a entrar al palacio y golpeó las puertas, pero, gracias a Dios, todo estaba cerrado”, explicó una fuente de la casa real. Según los informes, el intruso iba desarmado.
Existe un protocolo que dispone ondear la bandera de la Familia Real cuando la monarca se encuentra en el palacio, lo cual en esta ocasión sirvió para alertar al hombre.
Pero esta no es la primera vez que una persona burla las medidas de seguridad del palacio real. El más famoso ocurrió el 9 de julio de 1982 cuando Michael Fagan, un obrero desempleado, escaló el edifico y entró al dormitorio de Isabel II.
9 July 1982, Michael Fagan 33, an unemployed decorator whose wife had just left him, scaled Buckingham Palace’s 4m high perimeter wall (topped with revolving spikes and barbed wire) and shinnied up a drainpipe before wandering into the Queen’s bedroom https://t.co/tTrvrzlGvV pic.twitter.com/vbBR90o2Ue
— Bellerophontis (@bellerophontis) 10 de julio de 2019
Cuando el esquizofrénico de 31 años comenzó a contarle a la reina los problemas de su familia, ella presionó el botón de pánico que está situado junto a su cama, pero no obtuvo respuesta. Luego, Isabel II telefoneó a la central, pero la operadora pensó que era otro miembro del personal bromeando y contestó: “Sí, querida, eres la reina, ¡enviaremos a alguien!”.
Fagan rompió un gran cenicero de vidrio que había en el dormitorio y amenazó con cortar las muñecas a la reina, mientras se sentaba en el extremo de la cama de la monarca. Fue el asistente de Isabel II, Paul Whybrew, quien acudió en su ayuda.
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