La importancia de mantener niveles hormonales normales en la mujer

Los desequilibrios hormonales suelen aparecer cuando las mujeres transitan por los ciclos menstruales, un embarazo y la menopausia o llevan un estilo de vida poco saludable afectado por el sedentarismo, el estrés o la malnutrición. Muchas veces, los síntomas asociados con los desequilibrios hormonales son ignorados bajo la creencia de que ya pasarán. Sin embargo, estos desequilibrios pueden desencadenar enfermedades más serias, como hipotiroidismo, hiperprolactinemia, síndrome del ovario poliquístico e, incluso, cáncer. Prestar atención a los síntomas y acudir al médico frente a cambios corporales notorios es el primer paso para realizar un tratamiento a tiempo.

Síntomas del desequilibrio hormonal
La progesterona y el estrógeno son las hormonas femeninas esenciales; sin embargo, existen otras, como el cortisol y la testosterona que podrían sufrir alteraciones en sus niveles de producción. Cada hormona tendrá sus propios síntomas para denotar estas alteraciones, pero la mayoría produce cambios repentinos de humor, acné o problemas en la piel, dolor intenso de ovarios, depresión y ansiedad. Además, muchas mujeres experimentan un aumento en el apetito, producto de la falta de sueño que acarrean la depresión y la ansiedad, sensación de fatiga y sudoración nocturna. Incluso es común sufrir sequedad vaginal y reducción de la libido.

Recomendaciones para su tratamiento
Acudir al médico frente a cualquiera de estos síntomas es el primer paso para tratar adecuadamente un trastorno hormonal. Un médico determinará la causa y encontrará la solución para contrarrestar una alta producción de hormonas. Sin embargo, antes de sufrir cualquiera de los síntomas ya mencionados, un cambio en nuestras rutinas puede resultar muy positivo, sobre todo si llevamos un estilo de vida marcado por el estrés, el sedentarismo y una alimentación poco saludable.

Reducir el estrés es primordial para lograr una buena noche de descanso que nos prepare para afrontar el día y disminuir nuestra ansiedad y depresión. Disciplinas como el yoga o cualquier tipo de actividad física nos ayudarán a regular nuestros niveles de estrés y contribuirán a una producción hormonal normal. Por otro lado, la alimentación debe ser
saludable y lo más recomendable es evitar el consumo de azúcares, alcohol, café y grasas saturadas. Las grasas buenas, es decir, el omega-3 y el omega-6, son nuestras principales aliadas para que los niveles hormonales se mantengan dentro de un rango normal. Los aceites vegetales, las legumbres, los pescados, los frutos secos y las semillas son fuente de grasas saludables que debemos incorporar a nuestra dieta para recibir los nutrientes que necesitamos. Por último, hierbas como la albahaca y el perejil contribuyen a regular los niveles hormonales disminuyendo el estrés y el cansancio.

Muchas mujeres pasan por alto los síntomas asociados con los desequilibrios hormonales que se producen, principalmente, por llevar un estilo de vida poco saludable. Frente a cualquiera de los síntomas vinculados a los trastornos hormonales se recomienda acudir a un médico para determinar la causa y el tratamiento a seguir. Modificar nuestras rutinas contribuirá a que los niveles hormonales se mantengan en un
rango normal y evitará otras enfermedades.