Estudio explica qué ocurre cuando empezamos a dormir menos

Se produce un impacto negativo en las emociones, lo que afecta directamente nuestra salud mental.

El tiempo que dedicamos al sueño es fundamental para estar bien cuando nos encontramos despiertos. Por esta razón, dormir menos de lo normal impacta en cómo nos sentidos a la mañana siguiente y es mucho más perjudicial de lo que se puede pensar.

Así lo comprobó un estudio realizado por el departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, que realizó una prueba para conocer estos efectos.

“Los participantes en nuestro estudio experimentaron un aplanamiento de las emociones cuando durmieron menos de lo normal. Sentían menos alegría, entusiasmo, atención y satisfacción”, reveló la profesora asociada Ingvild Saksvik-Lehouillier, una de las responsables de la investigación.

Una de las peculiaridades de este estudio es que se realizó estudiando a los pacientes en sus propias casas y no en un laboratorio, como se hace habitualmente. Así, los participantes pasaron primero siete noches en su propia cama y durmieron tanto como solían hacerlo y realizaron diversas pruebas tres de las siete mañanas siguientes.

Posteriormente, los participantes durmieron dos horas menos de lo normal durante tres noches y dos de las tres mañanas siguientes pasaron por las mismas pruebas. “Todos tenemos diferentes patrones de sueño. El objetivo de que los participantes durmieran en casa era mantener las condiciones más parecidas a las de la vida diaria. En la fase de privación de sueño impuesta, los participantes se metían en la cama dos horas más tarde de lo normal y tenían que levantarse a la hora habitual”, explicó la científica a Neuroscience News.

La prueba práctica tuvo lugar aproximadamente una hora y media después de que los participantes se levantaran, y sin haber tomado ningún café. Se les mostraron 365 imágenes diferentes con letras aleatorias en la pantalla de un computador durante un período de 14 minutos. Si la imagen no contenía la letra “x”, se les dijo que presionaran la barra espaciadora, y si había una “x” en la imagen, no debían hacer nada.

“Probamos la capacidad de respuesta y la precisión. El tiempo de reacción disminuyó después de que a los participantes se les privara del sueño, pero la tasa de error subió. Parece que reaccionamos más rápido para compensar la menor concentración. Entonces habrá más errores. Puede ser inteligente evitar las actividades que requieren un alto nivel de precisión la mañana después de dormir menos de lo habitual”, dijo Saksvik-Lehouillier.

De hecho, estudios anteriores han demostrado que la privación del sueño puede tener aproximadamente el mismo efecto sobre la conducción que el alcohol. Mientras que los participantes lo hicieron cada vez mejor cada día que hicieron la prueba después de dormir normalmente, obtuvieron peores resultados en cuanto a precisión cada día después de una noche de sueño insuficiente.

En la segunda parte del test, los participantes respondieron a un cuestionario para identificar 20 emociones positivas y negativas. “No encontramos diferencias claras en lo que respecta a las emociones negativas, pero hubo marcadas diferencias para las positivas. Las emociones positivas puntuaron peor después de sólo una noche de sueño reducido, y bajaron aún más después de tres noches. Creo que este es un hallazgo realmente interesante. Ya sabemos que menos emociones positivas tienen un gran impacto en la salud mental. También sabemos que la falta de sueño está incluida en prácticamente todos los diagnósticos de salud mental”, explicaron los investigadores.

“El sueño es individual. No todo el mundo necesita dormir siete horas y media cada noche. A algunos nos gusta quedarnos despiertos hasta la madrugada, a otros les encanta levantarse temprano por la mañana. Lo más importante es cómo te sientes. Si estás de buen humor y alerta cuando te levantas, eso es un indicio de que tus hábitos de sueño te están funcionando”, concluyó Saksvik-Lehouillier.

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