A dos años del histórico 25-O: La marcha de un millón y medio de personas que condujo a la nueva Constitución

El 25 de octubre de 2019, a siete días del inicio del estallido social, un mar de gente abarcó desde la Alameda a Providencia exigiendo un nuevo Chile, lo que se consolidaría justo un año después con el triunfo del Apruebo en el plebiscito para escribir la nueva Carta Magna del país.

Sucedió a solo siete días del inicio del estallido social y después de que el presidente Sebastián Piñera asegurara que el país estaba en guerra contra un enemigo poderoso. Ese 25 de octubre de 2019, cerca de un millón y medio de personas repletaron la capital desde la Alameda a Providencia exigiendo de manera pacífica cambios que condujeran a un nuevo Chile, un proceso que se consolidaría justo un año después con el triunfo del Apruebo en el plebiscito en el que la ciudadanía decidió sepultar la Constitución impuesta en la dictadura de Pinochet y escribir una nueva Carta Magna, democrática y representativa.

“No estamos en guerra” y “Chile despertó” fueron las frases que más se repitieron en carteles, lienzos y banderas aquella histórica jornada, hace dos años atrás. Por una parte, para demostrar que las palabras de Piñera eran erradas, y por otra, para dar cuenta de que había llegado el momento de acabar con las injusticias e inequidades de un modelo que se caía -y se cae- a pedazos.

Hasta el propio Gobierno, cuyos cálculos en cuanto a convocatoria siempre difieren de lo que muestran las imágenes no oficiales, tuvo que reconocer lo multitudinario de la marcha. A las 21.30 horas, la entonces Intendenta de la RM, Karla Rubilar, dio cuenta que 1,2 millones de personas se habían congregado para manifestarse: “Vamos a tener que ser capaces de llegar a cada rincón para escuchar lo que quieren, porque lo de hace 30 años hoy no sirve, hoy día Chile cambió (…) Los manifestantes no tienen banderas de partidos, están representado a Chile, nadie se puede adjudicar este millón y 200 mil personas. Están todos los colores políticos, todos los credos, todos los estratos socioeconómicos”, reflexionó.

Pero no solo ocurrió en la capital. Y es que aunque las escenas más representativas son hasta hoy las de la marea de personas inundando Plaza Baquedano, en regiones también se adhirieron a la iniciativa. En el norte, ciudades como Arica, Iquique, Alto Hospicio y Antofagasta congregaron las mayores movilizaciones y reunieron a decenas de miles de personas.

Lo mismo ocurrió en Valparaíso, donde las manifestaciones repletaron las calles de la Ciudad Puerto, sobre todo en las afueras del Congreso Nacional. Más al sur, vecinos de Curicó, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt volvieron a salir a las calles a realizar cacerolazos, mientras que en la zona austral las escenas se repitieron en Coyhaique y Punta Arenas, consigna Emol.

Son muchos los testimonios que recuerdan esa jornada. Así se puede apreciar en una una crónica sonora realizada por The Clinic para saber cómo rememoran los participantes la icónica marcha del 25 de octubre de 2019, que dio paso al proceso constituyente que ahora tiene a Chile como referente y a la vanguardia, como el primer país que escribirá una Constitución con paridad de género.

A un año del Plebiscito

Las demandas que se comenzaron a exigir desde la ciudadanía empujaron el paso al proceso constituyente que hace sólo una semana comenzó su trabajo de la redacción de la nueva Carta Magna del país.

En noviembre de 2019, se abrió el paso a un nuevo contrato social. Entre la madrugada del jueves 14 y viernes 15 de ese mes, y tras intensas horas de diálogo, los líderes de diez partidos (UDI, RN, Evópoli, DC, PS, PR, PPD, RD, Comunes y el Partido Liberal, junto al diputado Gabriel Boric) lograron firmar el texto de 12 puntos que llevó por nombre “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”.

El compromiso fue aprobar en el Congreso Nacional una reforma al Capítulo XV de la actual Constitución, que establecía claramente un itinerario democrático para escribir una nueva y la vía para ello sería un Plebiscito, donde la ciudadanía respondería a la opción “Apruebo” o “Rechazo” y elegiría el carácter de sus miembros (Convención Mixta o Convención Constitucional), todo ello, programado para el 26 de abril de 2020.

Pero la pandemia del Covid-19, -cuyo primer caso se detectó en marzo en Chile- atrasó el camino, y la fecha debió ser modificada para el 25 de octubre. Aunque una parte de la población no estaba de acuerdo, el temor al contagio por un virus recién llegado al país, motivó a que el Congreso finalmente aprobara la reforma para hacer los cambios.

Ya en agosto, las autoridades comenzaron a definir, a través de una mesa técnica, las disposiciones sanitarias para que las personas pudieran concurrir con seguridad a votar. Pero las medidas sanitarias no fueron las únicas. También hubo un despliegue de seguridad en los locales de votación, por temor a que se generaran manifestaciones o tomas.

Pero la ciudadanía dio un ejemplo de civilidad y desde todos los sectores celebraron la normalidad con la que se desarrolló el proceso. Incluso, con otro gran hito: en términos absolutos, se consolidó como el proceso democrático en que más chilenos han participado, con poco más de 7,5 millones de asistentes a las urnas.

Ganó el Apruebo con un amplio 78,3% sobre la opción Rechazo, y la ciudadanía decidió, con márgenes casi idénticos (78,99%) que la nueva Carta Magna fuera escrita por 155 convencionales constituyentes, dejando fuera a los parlamentarios en la opción “mixta”.

Foto: Captura.