A dos años exactos del primer “salto de torniquete”, la Convención está lista para redactar la nueva Carta Magna

Este jueves 7 de octubre, justo dos años desde la primera evasión masiva del Metro, los convencionales aprobaron los cuatro reglamentos, lo que da inicio al debate sobre los temas constitucionales de fondo. Luego de cumplida la semana territorial, la discusión comenzará el próximo 18 de octubre.

El 7 de octubre de 2019 los estudiantes de Educación Media encabezaron la primera evasión masiva del Metro de Santiago, en respuesta al alza de la tarifa del transporte público anunciada por el gobierno y que entró en vigor el día anterior.

Ese primer salto de torniquete fue el inicio de lo que vendría días después con el estallido social iniciado el 18 de octubre de ese año y que desencadenó protestas a lo largo del país.

“No son 30 pesos, son 30 años” se escuchaba a lo largo de Chile, mientras los ciudadanos exigían a unas desorientadas y desconectadas autoridades, estar a la altura de las circunstancias.

Casi un mes después, el 15 de noviembre, el Gobierno de Sebastián Piñera, debió dar su brazo a torcer y permitir lo que una gran mayoría de chilenos exigía: dejar atrás la Constitución escrita en dictadura y escribir una nueva Carta Magna.

Este 7 de octubre, justo dos años después del primer “salto de torniquete” que impulsó cambios profundos en la sociedad chilena, sin dejar de lado los muertos y miles de compatriotas que sufrieron daño ocular por parte de Carabineros, la Convención Constitucional aprobó el reglamento en su totalidad, lo que da inicio al debate sobre los temas constitucionales de fondo.

En concreto, la Convención despachó todos sus reglamentos de funcionamiento, los que son:

1. Reglamento General
2. Reglamento de Ética
3. Reglamento de Participación y Consulta Indígena.
4. Reglamento de Participación Popular

De esta forma, luego de cumplida la semana territorial, iniciarán el debate sobre los temas constitucionales de fondo para dar cuerpo al texto que deberá ser aprobado en el plebiscito de salida.

La fecha tiene un peso simbólico más que importante, debido a las violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado tras el estallido de octubre y que hasta el día de hoy no tienen condena, sin olvidar a los presos de la revuelta que siguen privados de libertad.

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