Alejandra Matus: “Lucía Hiriart muere impune, sus activos quedan lavados y los van a heredar sus hijos y nietos”

La biógrafa de la ex primera dama de Augusto Pinochet se refiere a su oscura figura, la influencia que tuvo en la dictadura, su declive y soledad en el poder tras destaparse las investigaciones por fraudes financieros contra su familia y el legado de impunidad que deja tras su muerte.

Por: Cristóbal Cruz

Lucía Hiriart, viuda de Augusto Pinochet y, para algunos, una de las últimas representantes de la dictadura, falleció este jueves a sus 99 años. Una figura que gozó con el poder total durante el régimen militar y que, en paralelo a su autoimpuesto rol como rostro de las mujeres de Chile, encarnó también la cara más cruel de la dictadura.

Conversamos con la periodista Alejandra Matus, autora de Doña Lucía, biografía no autorizada de Lucía Hiriart, quien analizó su influencia durante la dictadura, su declive durante la democracia, el abandono de la derecha chilena en medio del Caso Riggs y el legado de impunidad que deja tras su muerte.

-¿Cómo se puede caracterizar la figura de Lucía Hiriart?

-Creo que ella no es un personaje extraordinario, en el sentido de pensar que era una mujer particularmente malvada. Era una mujer de su época, como muchas, que sublimaba su miseria, sufrimiento y expectativas frustradas con Pinochet, demandando lujos, bienes y sobre todo un estatura social que estuviera acorde con sus expectativas. Y lo que pasa es que esta mujer, común y corriente, tuvo el poder total. Entonces ella hizo lo que hizo porque tuvo el poder total, más que pensar que ella era particularmente perversa.

-Tuvo tanto poder que, incluso, destituyó a a algunos ministros en la dictadura. Pero se podría tener la impresión de que estuvo en las sombras…

-Ella nunca estuvo en las sombras, siempre estuvo presente. Tenía un ala propia en La Moneda. Lo que sostengo en el libro es que no se puede entender a Pinochet sin Lucía Hiriart. No es que Pinochet gobernaba y ella estaba detrás. Pinochet gobernaba con ella.

-¿Cómo se podría describir esta disonancia entre el rostro de Cema Chile, esta figura materna, pero por otro lado una mujer que es capaz de decir, por ejemplo, refiriéndose a Carmen Gloria Quintana y el Caso Quemados: “¿Por qué se queja tanto esta niña, si se quemó tan poco?”.

-Ella era una mujer ultra conservadora, de un catolicismo decimonónico, y por lo tanto Cema Chile no era incompatible con su visión del mundo o con defender el lugar que le corresponde a la mujer en la sociedad según esa visión. Recuerda que Cema Chile era un lugar donde las mujeres podían aprender manualidades, pero siempre entendiéndolas en el rol que les correspondía en la sociedad, y también se les pedía que evitaran que sus hijos se metieran en partidos de izquierda. Era un rol específico el que Cema fomentaba, y en esa idea, ella compartía con Pinochet la visión de que todos los que no eran pinochetistas eran marxistas. Era congruente con su forma de ver la vida lo que dijo sobre el Caso Quemados.

-Ya en la etapa de transición a la democracia, donde Pinochet comienza a perder el poder, comienza a enfrentar causas como el Caso Riggs, ¿cómo fue la decaída de la figura de Lucía Hiriart?

-Ellos mantuvieron todo el poder que tenían antes, y las investigaciones por casos de derechos humanos no les hicieron mella. Fue el Caso Riggs lo que produjo desafección de importantes grupos de la derecha que ya no consideraban muy bien visto o muy elegante aparecer junto a ellos, y eso lo resintió mucho Lucía Hiriart, porque lo vivió. Pinochet murió el 2006, y cuando muere Pinochet, ahí recién ella empieza a sentir la soledad del poder y la lejanía de quienes antes los adulaban y los consideraban figuras heroicas.

-¿Lucía Hiriart muere en la impunidad?

-Ella es la última representante de la dictadura, sobrevivió a todos y a todas. La justicia llegó tarde para investigar a Lucía Hiriart. La empezaron a investigar después de que publiqué el libro en 2013. Nunca la formalizaron, los bienes que recuperó el Ministerio de Bienes Nacionales son apenas un puñado de bienes de los que ella se apropió indebidamente a través de Cema Chile. Por lo tanto, no solamente muere impune, sino que los dineros que ella obtuvo de manera indebida, que la justicia no le incautó a su marido, quedan lavados. Sus activos quedan lavados y ahora los van a heredar sus hijos y sus nietos.