Creadores de BioNTech rechazan la liberación de las patentes que propone Joe Biden

“Su liberación no incrementaría la producción global ni el suministro de las dosis a corto y medio plazo”, indican desde el laboratorio.

El laboratorio alemán BioNTech no está de acuerdo con liberar las patentes de las vacunas contra el coronavirus, una propuesta realizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

La compañía defiende que la protección de las patentes de las vacunas no limita la producción de dosis ni está detrás de las dificultades que han ralentizado las campañas de vacunación en diversos países del mundo.

“Las patentes no son el factor limitante para la producción o el suministro de nuestra vacuna. Su liberación no incrementaría la producción global ni el suministro de las dosis a corto y medio plazo”, manifestó la empresa a través de un portavoz, rechazando así la propuesta formulada por el mandatario estadounidense.

BioNTech advierte además que, de liberarse las patentes, el producto dejaría de estar sometido al necesario control por parte de las autoridades sanitarias. “Si alguno de los requisitos establecidos en su fabricación no se cumple, la calidad, la seguridad y la eficacia de la vacuna no serán ya garantizados por el fabricante ni por el inventor, lo que pondría en serio riesgo la salud de los vacunados”, explicó el portavoz.

A la vez expresó cierta alarma ante la posibilidad de que “si algunas de las importantes y escasas materias primas necesarias para fabricar las vacunas no son utilizadas de la mejor manera, terminarán produciéndose menos vacunas”.

BioNTech cuenta en su planteamiento con el apoyo del Gobierno alemán, que no considera que la liberación de las patentes de las vacunas contra el coronavirus sea una fórmula efectiva para acelerar la lucha contra la pandemia en todo el mundo.

El Gobierno Merkel se distanciaba así definitivamente de la propuesta de Biden, después de que el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, hubiese expresado su propio escepticismo durante una conversación con la Asociación de la Prensa extranjera de Berlín. “Naturalmente tenemos que hablar de ello porque hay que examinar todas las salidas posibles en la situación en que nos encontramos. Pero necesitamos soluciones rápidas y no creo que esa sea una solución rápida”, dijo Maas.

Pfizer ha invertido 1.700 millones de capital privado en el programa de investigación que dio como fruto la primera de las vacunas, mientras que BioNTech, el laboratorio con el que se asoció, ha recibido una ayuda pública alemana de 375 millones de euros y un préstamo de 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones.

La germana facturó en 2019 un total de 109 millones de euros, 431 millones en 2020 y espera alcanzar una facturación de 5.000 millones este año, el de pico de ventas de la vacuna, con un beneficio anual estimado de más de 3.000 millones de euros. En cuanto a Pfizer, su beneficio el año pasado superó los 14.000 millones y espera este año superar los 16.000 millones gracias entre otros factores a la gran capacidad desarrollada para la producción de vacunas, que ha llevado su tiempo y otros productores tardarían también en implementar.

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