Gabriel Boric, el líder estudiantil que llegó a La Moneda para terminar con la transición

En solo 10 años pasó de las manifestaciones estudiantiles a convertirse en el presidente más joven de la historia de Chile y también en el más votado. Su tarea de liderar el proceso de cambios sociales que los chilenos demandaron tras el estallido social no será fácil, ya que cuenta con un Congreso dividido con el que deberá llegar a acuerdos. 

Con 35 años de edad, Gabriel Boric se convirtió en el presidente electo más joven en 199 años de la historia de Chile y también en el más votado, al conseguir el 55,85% de los votos (4.557.392 votos) frente al 44,15% (3.602.254) que alcanzó José Antonio Kast.

El camino que recorrió Boric en los últimos años no tiene precedente en la historia de Chile. Pasó de líder estudiantil a convertirse en el presidente más joven en 199 años, superado solo por Ramón Freire.

El diputado del Frente Amplio llega a La Moneda luego de una década de protagonismo en la arena política, la que comenzó con su triunfo en las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile que lo convirtieron en su presidente en 2011, desde donde lideró las marchas estudiantiles a favor de la educación gratuita y de calidad.

Luego se postuló como independiente a la Cámara de Diputados llegando al Congreso en 2013, saliendo electo con 26,18 % de los votos, siendo la primera mayoría por la Región de Magallanes a pesar de haberse presentado fuera de un pacto electoral, logrando así “romper” el sistema binominal.

Hace casi 10 años, en 2013 fue uno de los fundadores del movimiento Marca AC, que buscaba redactar una nueva Constitución y dejar la escrita en la dictadura de Augusto Pinochet.

Debió llegar el estallido social de octubre de 2019 para que la petición de escribir una nueva Carta Magna se escuchara con fuerza. Durante el Estado de Excepción anunciado por Piñera el 19 de octubre, se vio al diputado en las inmediaciones de la Plaza Baquedano, discutiendo con las fuerzas armadas que se encontraban para reprimir las concentraciones de gente que se acumulaban en el centro del país.

Esa misma semana, anunció el rechazo de su coalición ante el llamado del presidente Piñera a conformar una mesa de diálogo amplio entre los partidos políticos, hasta el levantamiento del Estado de Excepción y la salida de los militares de la calle.

Tras las masivas movilizaciones que pusieron en jaque al gobierno de Sebastián Piñera, se concretó en el “Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución” que se firmó el 15 de noviembre luego de horas de intensas conversaciones en el edificio del ex Congreso Nacional.

Sin embargo, participar y colocar su firma en el acuerdo le valió duras críticas desde su sector, ya que la decisión no fue discutida dentro de su colectividad, lo que derivó en una fuga de militantes del partido. Entre ellos el actual alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, con quien tenía una profunda y larga amistad con Boric, la que se rompió ese día.

Su firma en el acuerdo le valió que lo tildaran de amarillo y de pactar con la derecha para salvar a Piñera. Sin embargo, el diputado ha defendido su accionar ya que consideró que era la única forma para que las demandas sociales tomaran un camino institucional.

El acuerdo derivó en el plebiscito del 25 de octubre de 2020 donde el 80% se inclinaron por la opción Apruebo.

Pese a que en un principio lo había descartado por falta de experiencia, el 17 de marzo de este año Boric fue proclamado candidato presidencial por Convergencia Social.

Participó de las primarias de Apruebo Dignidad superando a Daniel Jadue con el 60% de los votos.

Aunque las encuestas lo daban como favorito de la primera vuelta, las elecciones del 21 de noviembre dieron una sorpresa al dejar a José Antonino Kast como primera mayoría para participar del balotaje.

Mientras el candidato del Frente Social Cristiano obtuvo el 27.91% de los votos, Boric se quedó con el 25.83% de los votos.

Sin embargo, ante la amenaza de que la ultraderecha llegara al poder, Boric recibió el apoyo transversal de importantes figuras de la ex Concertación como Michelle Bachelet y Ricardo Lagos.

Además, a su comando se integró la ex presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, quien jugó un rol fundamental en la campaña de la segunda vuelta, donde recorrieron gran parte de las regiones, luego de que acusaron el golpe de no haber escuchado a las personas que no viven en Santiago.

Con un discurso más moderado y tranzando varias de las consignas del estallido social,  finalmente Gabriel Boric se impuso en las urnas con el 55,8% de los votos convirtiéndose en el presidente que tendrá como principal tarea dejar atrás la Constitución de Pinochet y construir un Chile en la era post pandemia con la mirada hacia el futuro.

Boric llega a La Moneda justo en un momento en que el modelo actual de desarrollo está en crisis y bajo cuestionamiento. El lider chileno tendrá la tarea de encabezar este proceso de cambio en que el neoliberalismo deberá dejarse atrás para dar espacio a otra forma de desarrollo y de hacer política.

Sin embargo, la tarea no será fácil, ya que cuenta con un Congreso en le que no tiene mayoría por lo que deberá negociar y tranzar para llegar a acuerdos.

Aunque las expectativas de la ciudadanía son altas, la crisis económica producto de la pandemia lo obligará a dejar de lados muchas de las promesas de campaña y priorizar el tema sanitario y económico.

Además, el apoyo recibido por los partidos de la ex Concertación ya adelantan negociaciones y pactos que lleven a la moderación y a los acuerdos.

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