Para no olvidar: Las frases que evidenciaron la desconexión del Gobierno y marcaron la previa del estallido social

“Cabros, esto no prendió” y “para los románticos, ha caído el precio de las flores”, fueron algunas de las desafortunadas declaraciones de las autoridades que, sin entender la realidad de los chilenos, desconocían lo que se iba a desencadenar días después.

Este 18 de octubre se cumplen dos años del estallido social que cambió para siempre a la sociedad chilena y que dio origen a la Convención Constitucional que justo hoy día, a 24 meses de iniciada la revuelta, comenzará a discutir los temas de fondo para una nueva Carta Magna.

Pero el estallido que se inició ese viernes 18 de octubre de 2019 vino antecedido de una serie de desafortunadas declaraciones de personeros de gobierno, las que evidenciaban la desconexión total que existía entre la elite política y la ciudadanía.

La primera evasión masiva del metro ocurrió el lunes 7 de octubre, dos semanas antes del gran estallido, a raíz del alza en 30 pesos en la tarifa del transporte público.

Ese mismo día, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, daba una muestra palpable de la desconexión y de lo perdidos que estaban las autoridades con las necesidades de sus gobernados.

“Alguien que sale más temprano y toma el Metro a las 7:00 am, tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy”, decía el secretario de Estado en entrevista con CNN.

“Se abrió un espacio para que quien madrugue pueda ser ayudado a través de una tarifa más baja”, añadió.

Sus declaraciones generaron fuertes críticas y mostraban la indolencia de las autoridades con el resto de la ciudadanía.

10 días después del estallido, Fontaine dejó su cargo. Tiempo después pidió disculpas por sus dichos.

“Humildemente, yo pido perdón. Esas palabras de ninguna manera reflejan lo que quise decir”, sostuvo durante un punto de prensa.

Un día después, el 8 de octubre, el Presidente, Sebastián Piñera, hacía lo suyo y entregaba a la prensa otra declaración que dejaba de manifiesto que La Moneda y la clase política estaban viviendo en un Chile muy alejado del real.

“En medio de una Latinoamérica convulsionada, nuestro país es un verdadero oasis”, afirmó el mandatario en el matinal Mucho Gusto de Mega.

“Hay una democracia estable, el país está creciendo, estamos creando 176 mil empleos al año, los salarios están mejorando (…) Mientras más veo las crisis, más tenemos que apreciar nuestro país”, aseguraba Piñera, sin percatarse de lo que se estaba incubando en la sociedad chilena.

Ese mismo día, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, lanzó una de las declaraciones que más molestia generó entre los ciudadanos.

“Hay algunas sorpresas (…) Para los románticos, ha caído el precio de las flores”, dijo el ministro de Estado para referirse a que el alza de los precios no había afectado todo. Esto mientras los estudiantes se manifestaban en las estaciones del Metro.

Ese mismo día, en vez de disculparse por lo desafortunadas que fueron sus declaraciones, Larraín intentó bajar el perfil de los cuestionamientos señalando que “en Chile algunos han perdido el humor”.

La guinda de la torta y una muestra de que las autoridades estaban subestimando a los escolares fue la frase “cabros, esto no prendió” de Clemente Pérez, ex presidente del directorio de Metro.

“Cabros, esto no prendió. No son más choros, no se han ganado el apoyo de la población”, decía Pérez a solo dos días del día en que Chile se incendiara literalmente.

Según el ex presidente de Metro, “la gente está en otra, el chileno es bastante más civilizado y yo lo único que he visto es un gran rechazo a este tipo de actitudes”.

“La gente tiene mucho más sentido común y esta ha sido una protesta que no prendió en la población”, afirmaba Pérez.

Dos días después, la ciudadanía se manifestaba en masa en las calles de diferentes ciudades a lo largo de Chile, dejando desconcertadas a las autoridades que no lograban entender ni dimensionar lo que estaba ocurriendo.

Fotos: Wikipedia/Flickr