Pdte de trabajadores del petróleo: “En el tema del gas existe una colusión de privados y una colusión política también”

Un fuerte olor a colusión emanó desde las empresas distribuidoras de gas, tras el informe dado a conocer este jueves desde la Fiscalía Nacional Económica (FNE). Se trató de un estudio que abordó el mercado del gas en Chile, durante la última década (2010 y 2020), y enfocándose en el gas licuado de petróleo (GLP) y gas natural (GN).

El documento fue lapidario y recomendó prohibir que las empresas Gasco, Abastible y Lipigas participen en la distribución de gas a los consumidores, pues se detectó que el mercado no funciona adecuadamente desde una perspectiva competitiva. Además, se detectó que en el IPC de septiembre, el gas se convirtió en el producto de la canasta que más subió, registrando un alza del 2,3%.

A partir de ese momento el debate se ha instalado tanto a nivel de autoridades como de usuarios ya que esta noticia no hizo otra cosa que hacer sentido en la población que padece mes a mes la notoria alza de este combustible vital para las familias. A saber, un cilindro de 15 kg que en promedio hasta el año pasado costaba $19.500 (en la Región Metropolitana), actualmente supera los $26 mil.

Colusión de privados y colusión política

Nolberto Díaz, Presidente de la Federación de Trabajadores del Petróleo (Fenatrapech), planteó a LaRed.cl una interrogante basada en el por qué a la ENAP no se le permite participar en la distribución del gas, considerando que es a través de esta empresa estatal que se trae el producto desde el extranjero. “Acá la ENAP arma la fiesta, trae los invitados, pone los permisos ambientales, los terrenos, los caminos, los gasoductos y después la dejan fuera. ¿Por qué la ENAP no tiene distribución de gas, si tienen de sobra las competencias, con dos refinerías de las más complejas de Latinoamérica?. Lo que ha habido acá también es una colusión política para evitar que la ENAP entre al negocio de la distribución. Es decir estan de acuerdo todos para que la estatal no se meta en un negocio que está hecho para los privados”, sostiene el dirigente.

Dada la experiencia de los años y el conocimiento de los precios a los cuales entrega el gas la ENAP (Empresa Nacional del Petróleo y encargada de traer el gas a Chile), Nolberto Díaz da a entender que estaríamos frente a un nuevo caso de colusión. “No hay otra explicación para que la rentabilidad de estas empresas distribuidoras haya crecido más de un 50% en los últimos años, con un equivalente a más de 260 millones de dólares. Los trabajadores del petróleo, estamos convencidos que hay una colusión que está acompañada de trabajo precario, subcontrato, malos sueldos y condiciones de seguridad que no se cumplen”, indica el dirigente.

Añade que tras el retorno a la democracia, Chile tuvo 15 años de gas muy barato, hasta el otoño de 2007, época en que Argentina dejo de exportar ese combustible a Chile, argumentando problemas de déficit interno. El presidente Ricardo Lagos decidió entonces crear una gran planta regasificadora denominada GNL Quintero. “La empresa privada no quiso participar del proyecto en ese momento, por lo tanto lo llevo a cabo la ENAP, que como empresa del Estado, organizó un pool de compradores para encabezar ese proyecto con el fin de traer gas desde el exterior hacia Quintero y desde allí distribuir al mercado nacional. El tema es que la ENAP hizo aquello para abastecer el país, pero no para que las empresas privadas terminaran lucrando y transformándolo en un buen negocio”, sostiene.

¿Por qué la ENAP no entra al negocio de la distribución?

Nolberto Díaz comenta que ENAP entrega el kilo de gas a $556 y al usuario lo terminan vendiendo a $1.600. Además de eso -dice- existe una imposibilidad de que la empresa petrolera entre a la distribución. “La ENAP nunca ha podido entrar al tema de la distribución del gas, pues las empresas privadas han cautelado que éste sea un negocio entre ellos, los privados”, sostiene.

El dirigente de los trabajadores del petróleo remarca que en el caso de la Región de Magallanes, la red domiciliaria de Gas Natural que existe, fue construida por la ENAP y que con el tiempo el negocio fue traspasado a privados. “¿Qué sentido tiene que en Magallanes, siendo la ENAP la que explora y lleva el gas a la puerta de la ciudad se lo entreguen a un privado para que ese privado lo venda a la gente y cobre un sobre precio? En Magallanes, el gas debería ser entregado por la Empresa Nacional del Petróleo, que dicho sea de paso, construyo las redes actuales de gas”, remarcó.