Baris Ratkevicius, el violento carabinero que reprimía estudiantes, resguarda la frontera norte bajo Estado de Excepción

El mayor de Carabineros, que durante el movimiento estudiantil se hizo conocido por sus agresiones a manifestantes durante las protestas, volvió a aparecer en los medios de comunicación. Esta vez, Ratkevicius dio declaraciones desde la frontera norte del país para referirse a la labor que cumplen las fuerzas del orden en la zona, donde cuatro provincias se mantienen en Estado de Excepción.

Para las personas que se adentraron en el movimiento estudiantil que en 2011 se volcó a las calles para exigir educación gratuita y de calidad, el nombre y rostro de Baris Ratkevicius resultan familiares.

Mientras cientos de miles de jóvenes marchaban y se manifestaban para superar una de las brechas de desigualdad en el país, Ratkevicius se encargaba de mostrarles la cara más oscura del Estado: a punta de golpes, el uniformado cumplía con su labor de resguardar el orden público.

Hoy, su nombre y rostro volvieron a aparecer en los medios de comunicación y trajeron a la memoria los no tan gratos recuerdos de su rol como capitán de Carabineros durante las protestas sociales de hace 10 años.

En un matinal de televisión, Ratkevicius, ahora con el rango de mayor, se vio dando declaraciones a los medios para contar sobre la labor de las fuerzas del orden en la frontera norte del país.

Desde el pasado miércoles, y en medio de la crisis migratoria y social que se vive en la zona, las provincias de Arica, Parinacota, Tamarugal, y Loa se encuentran bajo Estado de Excepción.

Fuera de sus infames acciones durante el movimiento estudiantil, la carrera de Ratkevicius como uniformado ha sido relativamente silenciosa. En 2012, un artículo de The Clinic recoge algunos testimonios de personas agredidas por él.

“Mi hijo se acercó a Ratkevicius y le preguntó si lo dejaba pasar a unos asientos vacíos que había, pero su respuesta fue violenta y le pegó un empujón que lo tiró al suelo. Mi hijo le gritaba que por qué le había pegado, que él no era un delincuente”, relataba Ana María Ríos recordando un episodio ocurrido en 2009 durante un evento del imitador Stefan Kramer.

“Ahí Ratkevicius se tiró encima, le hizo una llave, lo botó al suelo, lo esposó y le sacó los pantalones. Después yo fui a ayudarlo y Ratkevicius me tiró lejos”, continuaba Ríos.

Una historia similar contó Ximena Toro, en esos tiempos madre de un estudiante del Liceo de Aplicación que sufrió la ira irracional del carabinero durante el desalojo de una toma.

“Ratkevicius estaba parado frente a mí, sacó su varilla y empezó a repartir golpes. Me llegó uno en un pecho y en una pierna. Además, me arrastraron. Me decía: ‘córranse, conchas de su madre”, aseguraba la apoderada.

Durante el movimiento estudiantil, múltiples imágenes de Ratkevicius reduciendo y reprimiendo a jóvenes circularon por redes sociales y medios de comunicación.

Años después, en 2018, el oficial volvió ser parte de la agenda pública cuando se revelaron las bitácoras telefónicas de las comunicaciones de Carabineros durante el operativo en donde el comunero Camilo Catrillanca fue asesinado.

Ratkevicius, como miembro de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad, recibió el llamado del del teniente Sebastián Fortes, quien informaba de un supuesto enfrentamiento entre el GOPE y encapuchados. Posteriormente se revelaría que que ese enfrentamiento nunca existió y que Carabineros quiso hacer un montaje para encubrir el homicidio de Catrillanca.