Daniela Ramírez sueña con su primer premio Platino este domingo: “Es lo más importante que me ha pasado hasta ahora”

La actriz chilena espera recibir el galardón a la mejor interpretación femenina por su papel en “Isabel”, serie donde interpretó a la escritora chilena Isabel Allende. Pero antes de embarcarse rumbo al evento que reúne a lo mejor del cine iberoamericano, y que será transmitido por La Red, la artista conversó sobre sus recientes éxitos, las enseñanzas que le dejó interpretar a la destacada autora, el estado actual de la industria cinematográfica nacional, las precariedades de la cultura en Chile y las oportunidades que entrega el streaming online.

Por Cristóbal Cruz

“Estoy como con la vida con viajes”, dice Daniela Ramírez antes de soltar una dulce sonrisa que mezcla felicidad y resignación. Han sido días intensos, y lo seguirán siendo. Acaba de concluir otra jornada de rodaje en Cochamó, donde ya lleva casi una semana filmando una teleserie. Aún le restan varios días de grabación y, luego de eso, el ajetreo continúa. Desde la Patagonia deberá trasladarse más de 1.000 kilómetros hasta Santiago para luego cruzar el Océano Pacífico y llegar hasta España. Pese a lo agotador del itinerario, su motivo es uno gratificante: en Madrid, la actriz participará de la novena edición de los Premios Platino, el evento que desde el 2014 reúne a lo más destacado del cine iberoamericano y donde está nominada por primera vez, en la categoría mejor interpretación femenina en miniserie o teleserie.

Ese viaje ya se concretó el pasado jueves. Tras la prueba de vestuario y la ronda de prensa de rigor, Daniela ya se prepara para la gran gala que será transmitida desde las 19:30 de este domingo por La Red y donde espera consagrarse por su rol protagónico en Isabel, serie inspirada en la vida de la escritora chilena y Premio Nacional de Literatura Isabel Allende.

Pero antes de embarcarse rumbo a Europa, la actriz se tomó el tiempo para conversar con LaRed.cl sobre sus recientes éxitos, las enseñanzas que le dejó interpretar a la destacada autora, el estado actual de la industria cinematográfica nacional, las precariedades de la cultura en el país, sus perspectivas para el futuro y las oportunidades que pueden entregar las plataformas de streaming.

“Es lo más importante que me ha pasado hasta ahora”

Luego de adjudicarse un fondo del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) en 2018 y tras casi tres años de producción, Isabel fue estrenada el pasado junio por Mega, en Chile, y por Amazon Prime para Lationamérica. Tres meses antes, en marzo, la serie había debutado en Estados Unidos y marcó un hito al transformarse en la primera producción nacional en ser estrenada por HBO Max.

El proyecto traería consigo una ola de reconocimientos para su actriz principal. Hace un mes, Daniela Ramírez fue elegida como mejor actriz protagónica en los Premios Caleuche por su interpretación de Isabel Allende. Por el mismo papel, también recibió en noviembre del año pasado una mención especial en el Festival de Cine Ibero-Latinoamericano de Trieste, Italia.

Incluso después de todo esto, la nominación para los Premios Platino 2022 se encumbra en lo más alto de los éxitos profesionales de Daniela, que hace 11 años saltó a la fama tras encarnar a Laura Pedregal en la serie Los Archivos del Cardenal, lo que le valió un galardón en los extintos Premio Altazor.

¿Qué significa para ti esta nominación a los Premios Platino?

Estoy muy emocionada. Sorprendida, también. Habíamos estado (nominados) con Matar a Pinochet. De ahí ya me sentía súper aludida. Pero claro, (ahora) el reconocimiento es a la actuación, a mi trabajo, a cómo calibré la historia. También veo una oportunidad, lo que está sucediendo con el streaming, que básicamente es poder mostrar mi trabajo en otros lugares del mundo y achicar mucho más las fronteras. Y ojalá que me salgan cosas allá, creo que es una buena carta de presentación estar nominada, y lo agradezco profundamente. Creo que es lo más importante que me ha pasado, lejos, hasta ahora.

Considerando los otros premios que ganaste recientemente, ¿sientes que estás en un momento especial de tu carrera?

Claramente el reconocimiento es concreto. Yo trabajo hace mucho actuando, pero sí, creo que estoy creciendo, madurando y también disfrutando todo el trabajo que se ha venido construyendo. Se ve en el desarrollo de la serie: hay una madurez distinta, yo también me siento más segura. Y sí, sí podría decir que estoy en un buen momento, pero que tiene que ver con el proceso que he venido construyendo hace mucho, porque es súper difícil ser actriz y actuar, y en la industria tan pequeña que nosotros tenemos acá, poder hacer producciones con sentido, con buena realización. Me siento afortunada de poder, además de estar en buenas producciones, estar en un súper buen momento actoral.

Del papel que hiciste has dicho que pudiste conocer el “universo íntimo” de la protagonista. ¿Cuáles son estos aspectos desconocidos de Isabel Allende que rescata la serie?

Es una mujer completamente aterrizada en la tierra. ¿Qué quiero decir con esto?, que más allá de la espectacularidad que significa ser Isabel Allende, ella siempre está conectada con las cosas sencillas. Creo que su vida partió desde ese punto, y a raíz de esfuerzo y una lucha constante, de seguir sus impulsos y su sueños, logró ser quien es. Uno cuando tiene un obstáculo, lo que tiende a hacer es a detenerse y no arriesgarse, porque el riesgo siempre trae consecuencias que uno no sabe cuáles son. Creo que todas estas situaciones que se le fueron presentando en la vida hicieron que esta mujer tomara el riesgo como una herramienta más, y no darle esa connotación de miedo y de inmovilidad, sino de movimiento. Y esa es la mejor lección que a mi me da ella con todos los hitos que le sucedieron en la vida, como tener que ser exiliada, tener que esconder gente, irse y dejar a sus dos hijos por un amor, por una pasión que ella sentía. Las mujeres nos privamos de todos estos impulsos y son más los hombres los que lideran éxitos laborales, porque tienen mucha más libertad de poder vivirlos y experimentarlos. Creo que ella nos da ese matiz que hoy en día estamos buscando, que es la horizontalidad.

¿Sientes que lograron transmitirle eso a los espectadores?

Creo que hace un guiño. Es importante que uno hable de la biografía de Isabel Allende, pero (la serie) sí remite a nosotras las mujeres y lo difícil que es ser mujer en este mundo, y también remite a los dolores que podemos tener como mujer. La pérdida de un hijo, por ejemplo. Creo que eso ya no tiene que ver solamente con el hecho de ser mujer, sino que tiene que ver con una pérdida gigante en la historia de cualquier vida y cualquier ser humano. Además que estamos en sintonía del contexto que estamos viviendo. Obvio que uno hace ese acento al feminismo y a todos los movimientos que están reivindicando la labor y la lucha histórica de las mujeres.

“Siempre el cine se ha dedicado a sobrevivir en nuestro país”

Como el resto de las actividades del arte y la cultura, el cine en Chile debe navegar entre las dificultades propias de una industria pequeña y llena de precariedades, una realidad que se volvió aún más dura con la pandemia.

Así y todo, año tras año los creadores y artistas chilenos marcan presencia en los más destacados festivales y certámenes del mundo. En marzo, el cortometraje animado Bestia estuvo presente en los Oscar. Hoy, en los Premios Platino, Isabel también está nominada en su categoría.

¿En qué estado dirías que está la industria del cine en Chile?

Hay un foco bien puesto en Chile. Más allá de tener el mercado que tenemos, que es más pequeño y que también hay pocas productoras que están pudiendo generar trabajo y producciones constantemente, sí siento que aquí hay mucho material. No solo en las grandes producciones que se pueden hacer, como Fábula y todo el trabajo que ha generado. Yo destaco mucho el trabajo de los directores emergentes que han estado en los grandes festivales: Dominga Sotomayor, Claudia Huaiquimilla, que también están haciendo ruido en festivales que son súper importantes y transitan en el mundo más elite del cine. Y con historias súper particulares que tampoco están siendo financiadas de una forma decente. Siempre el cine se ha dedicado a sobrevivir en nuestro país. Entonces siento que hay que ponerle más desarrollo a esto, incentivarlo, generar más fondos y no despreocuparnos de la cultura, que es tan importante y que es lo que nos ha salvado en la pandemia.

¿Cómo se puede fortalecer la industria?

Que la cultura esté contemplada como un capital de la sociedad, que seamos un eslabón tan importante como el deporte, por ejemplo. Y también poder potenciar y sofisticar la cultura, utilizarla y tenerla como algo básico en nuestra esencia. Creo que un país que aprende de eso y vive de eso, y lo sostiene como algo importante, es un país que entiende su idiosincracia, su identidad, o que por lo menos la busca. Hoy en día estamos todos en constante movimiento, las fronteras son cada vez más estrechas, y estamos aceptando toda esta multiculturalidad, pero obviamente uno tiene algo, y se siente esa pertenencia que viene desde un lugar, y creo que es fundamental desarrollarla y valorarla, darle un lugar. (Chile) es el único país, siento yo, que tiene tan desprestigiada su cultura.

Una de las principales vías de financiamiento del arte, los fondos concursables, responde a esa lógica de sobrevivir.

Más allá de que, por ejemplo, no te ganes el fondo, lo que sucede después es que tampoco hay un seguro social para los artistas. No hay un circuito muy nutrido en nuestro país. No se fomenta eso, no compran obras de teatro, no hacemos recorrido cultural importante. Entonces, la persona que no se gana el Fondart, ¿qué hace? Se tiene que dedicar a otra cosa o se tiene que reinventar la vida, y eso es terrible. No está diseñado este sistema para que nosotros existamos. Eso es grave.

Pese al reconocimiento internacional de las producciones chilenas, en el país no tienen un público masivo. ¿Cómo se pueden formar audiencias para ellas?

Con campañas que fomenten consumir el producto nacional. Eso tiene que ocurrir. Creo que también fomenta un crecimiento hacia adentro, habla de conocer distintos lugares de nuestro país a través del cine, de la ficción. Creo que con campañas publicitarias que te fomenten. A veces sucede que la gente no sabe lo que está pasando porque queda como un círculo más cerrado, un nicho más cerrado, más de elite. Entonces ¿cómo se expande esto?, con información. Y también fomentando a que la gente pueda consumir, poniendo funciones gratuitas en ciertos cines, haciendo que la gente se pueda integrar a través de estos gestos. La gente va, le interesa cuando esas cosas aparecen. A veces la gente está desinformada completamente.

Las oportunidades y desventajas del streaming

La llegada de la pandemia generó un violento apagón en el circuito cultural de Chile. Las salas de cine estuvieron cerradas prácticamente todo el 2020, provocando una caída de casi 85% en los espectadores y de 86% en la recaudación, según datos del Ministerio de las Culturas.

Paradójicamente, esa coyuntura le entregó a la industria local la posibilidad de potenciar su alcance en el público. Ondamedia, la plataforma online de películas y documentales chilenos, multiplicó por seis sus visualizaciones en el año de inicio de la emergencia sanitaria.

En el mundo el fenómeno fue el mismo: mientras los cines mantenían sus puertas cerradas las suscripciones a plataformas de streaming aumentaban. Las funciones se trasladaron desde las salas hasta los hogares, y Daniela Ramírez tiene sentimientos encontrados al respecto.

¿Es el streaming una buena opción para que el cine chileno crezca?

Todas estas plataformas te dan facilidades para poder ver las películas. Creo que el streaming logra eso, pero también hay un punto en que desaparece lo otro. Tiene que ver con los tiempos que van avanzando y cómo vamos cambiando y nos vamos adaptando. Pero no todas las personas tienen plata para pagar una plataforma. Entonces ¿cómo hacemos que eso sea más democrático, que realmente llegue a cualquier lugar de Chile o del mundo? No se si todas las personas pueden suscribirse, y eso ya coarta un poco al espectador común. También la prolongación de eso tiene que ver con la libertad de poder ver lo que quieres ver en el momento que tú quieres verlo, que también eso es lo que te dan las plataformas. Eso yo lo encuentro increíble, porque uno maneja su tiempo. Pero ¿qué pasa con alguien que no tiene acceso a eso, porque tampoco tiene acceso a internet? ¿Qué pasa con ese universo cultural? Ahí tiene que preocuparse el Estado.

Isabel, a través del streaming, logró posicionarse de manera súper importante en todo el mundo. ¿Eso se puede replicar en toda la industria chilena?

Sí. Eso es lo que nos pasó a nosotros. La serie aquí repercutió, pero fueron muchas más las señales que nos daban de afuera, y ahí te das cuenta que más allá del personaje, que es muy conocido, la producción estuvo a la altura y las cosas funcionaron, y que tenemos buen material, tenemos pasta para hacer buenas producciones. Entonces es una buena señal. Y hay muchas producciones chilenas que están ya en Netflix, en Amazon, en distintas plataformas.