Estudio revela preocupante situación con la Convención: Está bajo ataque digital permanente e intenso

Una investigación de la Universidad Católica de Valparaíso confirmó lo que muchos convencionales venían denunciando respecto a este tipo de ataques, los que se dan fundamentalmente a través de Twitter. En seis meses el número de cuentas que atacaban al órgano redactor pasó de 8.000 a más de 11.000, todas de ultraderecha y a favor del Rechazo. Según Pedro Santander, académico y responsable del estudio, los discursos de odio son la antesala de la violencia real. “Son un cóctel molotov explosivo”, afirma.

Un estudio de la Demoscopía Electrónica del Espacio Público (DEEP) de la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) estableció que la Convención Constitucional está bajo permanente ataque a través de las redes sociales.

“Logramos detectar y demostrar que efectivamente la Convención Constitucional está bajo un ataque digital permanente, sostenido e intenso”, afirmó Pedro Santander, doctor en Lingüística de la PUCV y director de la DEEP.

El proyecto nació en 2016 y es una iniciativa interdiciplinaria en donde trabajan periodistas, informáticos y lingüistas, que analizan el comportamiento de los usuarios en redes sociales y el discurso de odio en las plataformas digitales en un contexto político, como es el de la Convención.

En conversación con el sitio Fast Check, Santander explica que monitorean todos los días los mensajes de Twitter relacionados con el órgano redactor. Pese a que la red social tiene menos usuarios que Facebook, muchas veces lo que se habla en Twitter marca la pauta noticiosa.

“De todas las redes sociales, Twitter es la menor volumétricamente hablando, es decir, es la menos usada, porque esta red social tendrá unos 500 millones de usuarios en el mundo, mientras que Facebook tiene 4.000 millones. Es una discusión, pero más allá de eso, Twitter tiene dos cosas interesantes: el dato digital y la politización”, señala Santander.

La investigación separa en tres grupos los mensajes dirigidos a la Convención: Ataque a la CC, Odio a la CC y Otros.

En ese sentido, Santander explica que la categoría Ataque es que “tú puedes atacar a la CC legítimamente e incluso hasta ofensivamente. Un ejemplo sería: ‘No valen nada, estos constituyentes no valen nada’. Sin embargo, la categoría Odio ya vendría siendo: ‘Estos constituyentes no valen nada, como los indios flojos’. Entonces, nosotros monitoreamos con mucha atención los hashtags asociados a la Convención, y ahí los categorizamos”.

“Si tú logras entender la dinámica del dato en Twitter, analizar y procesar los miles y millones de datos que hacen día a día los miles de usuarios de Twitter, si logras conocer la dinámica entre los usuarios y usuarias, los retuits y los me gusta, las cámaras que se forman, las burbujas, los trending topic, y el día de mañana quiero analizar Facebook, TikTok u otra red social, voy a entender bien el análisis”, agrega.

Santander ve a esta red social como un “foro político” que funciona como una plataforma de diálogo entre la elite. “Como cuando Camila Vallejo le manda su recadito a Diego Schalper y este le responde. Eso, antes pasaba en los medios tradicionales, hoy pasa en Twitter”.

Respecto a los ataques de odio, explica que a diferencia de las fake news, donde se busca engañar, desinformar y confundir, acá su objetivo es fundamentalmente “generar violencia, digital y material”.

La violencia va dirigida generalmente contra colectivos sociales y no precisamente hacia una persona en particular.

“Un individuo puede ser objeto de discurso de odio, pero como representante de un colectivo. Este fue el caso de la primera presidenta de la Convención, Elisa Loncon: ella fue por meses objeto de discurso de odio por parte de los usuarios y usuarias chilenas, sin embargo, lo fue porque es mapuche y mujer. No así Jaime Bassa, que estaba al ladito de ella”, ejemplifica Santander.

Lo interesante para los investigadores es que el ataque a la Convención sea sostenido y persistente en el tiempo, lo que confirmó lo que muchos convencionales venían denunciando respecto a este ataque permanente.

De hecho, en septiembre del año pasado, es decir, a pocos meses de instalada la Convención, un estudio de la Fundación Interpreta advirtió de una “guerrilla digital” que tenía la intención de desprestigiar al órgano redactor.

La investigación de la DEEP pudo establecer que el discurso de odio que más se repetía en la primera etapa de la Convención era en contra de Loncon.

Hasta el 19 de diciembre, según lo analizado por los investigadores, Sergio Melnick y Gonzalo de la Carrera, eran quienes más desinformaban en Twitter.

En agosto del año pasado, los académicos de la PUCV identificaron cerca de 8.000 cuentas relacionadas a la opción Rechazo del Plebiscito y que además atacaban a la Convención. Ese número aumentó a más de 11.000 a comienzos de febrero de este año y todas son de ultraderecha.

Lo preocupante es que, según explica Santander, está comprobado que estos discursos de odio son la antesala de la violencia real o violencia material.

“Esto es lo que hemos visto en Iquique, el discurso de odio es la antesala del palo en la cabeza, de la violencia material. Creo que como DEEP hicimos una apuesta por denunciar el discurso de odio en redes sociales, por denunciar que además es la ultraderecha chilena la que lo promueve contra la Convención y la que usa fake news”, señala Santander.

El académico advierte que estos elementos “son un cóctel molotov explosivo”.

“Tuviste un sector político con posibilidades reales de llegar a la primera magistratura y que usa y azuza el discurso de odio, y usa y abusa de las fake news. Es una mezcla muy explosiva que es la antesala de una violencia que en Chile ya la conocemos, con 17 años de dictadura, ya la hiperconocemos”. afirma.

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