Internas de San Miguel desmienten versión de Gendarmería por muerte de compañera: “Le decían que ya se le iba a pasar”

Mylene Cartes, interna de la cárcel de San Miguel, falleció el sábado tras denunciar haber estado días con graves dolores de estomago sin recibir los tratamientos necesarios. LaRed.cl se contactó con sus compañeras al interior del penal, que denunciaron graves negligencias y negaron que ella haya recibido atención oportuna. Además, alertaron que nuevas muertes podrían ocurrir si no se mejoran las condiciones de salud en el recinto.

Por: Cristóbal Cruz M.

Durante la noche de este sábado, la muerte de Mylene Cartes golpeó a su familia y a sus compañeras de la cárcel de mujeres de San Miguel.

La interna de este recinto penitenciario, que cumplía cerca de 11 meses en prisión preventiva a la espera de ser formalizada por microtráfico de drogas, llevaba días con fuertes dolores de estomago.

El estado de salud de Mylene se agravó y tuvo que ser llevada de urgencia al Hospital Barros Luco, donde finalmente falleció, presuntamente debido a un cuadro de peritonitis.

La negligencia en la atención médica del penal habría sido la causa de su muerte. Al menos así lo denunció en un video que circuló por redes sociales, donde entregaba su testimonio y acusaba no haber recibido el tratamiento necesario.

“Toda la semana he estado así. Exijo mis derechos”, relataba en su último registro audiovisual antes de morir, donde se aprecia el dolor que sufre en su abdomen y acusa solo haber recibido fármacos de parte de una paramédico.

“La señorita tuvo que llamara al (hospital) penal para saber qué podía inyectarme” decía Mylene, dando cuenta de la precariedad en el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel.

Luego de confirmarse su muerte, se desencadenaron protestas en las afueras del recinto e incidentes al interior, reportándose incluso un intento de motín.

Internas protestan al interior de la cárcel de mujeres de San Miguel

En tanto, la familia de Mylene Cartes ha culpado a la falta de tratamiento oportuno por su fallecimiento, exigiendo justicia y asegurando que llegarán hasta las últimas consecuencias.

La Fiscalía Metropolitana Sur abrió una investigación y el fiscal Renzo Razeto ordenó diligencias investigativas a cargo de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones.

También se solicitó una autopsia al Servicio Médico Legal bajo el Protocolo de Minnesota de muertes potencialmente ilícitas, dado que Mylene estaba bajo la custodia del Estado.

Pero mientras se busca establecer responsabilidades en esta tragedia, desde la cárcel suplican por una solución a lo que, aseguran, es un problema que puede seguir matando a las internas.

Las desmentida versión de Gendarmería

LaRed.cl se contactó con internas del Módulo 5 de la cárcel femenina de San Miguel, lugar donde Mylene Cartes cumplía su prisión preventiva.

Sus compañeras dan fe de que ella estuvo desde el lunes con fuertes dolores y que nadie del recinto fue capaz de brindarle el tratamiento oportuno, habiendo sido atendida en la enfermería del lugar recién el miércoles.

“Hace cinco días estuvo sufriendo de altas fiebres, dolores estomacales y dolor de cuerpo. Cuando le informó a Gendarmería lo ocurrido, le dijeron que ya se le iba a pasar”, dice Paula, cuyo verdadero nombre pidió mantener en reserva por miedo a represalias de los gendarmes del penal.

Esa dinámica se habría repetido hasta el ´sábado, día en el que las compañeras de Mylene exigieron que el recinto le tomara el peso a la situación.

“Como persistió, la enviaron a enfermería y se le dio solo diclofenaco inyectable y unos paracetamol. El día 29, las internas nos reunimos y fuimos todas a la guardia a reclamar que por qué no la habían sacado a un hospital. Pero ellos no nos hicieron caso”, continuó relatando Paula.

Paula asegura que después de eso su estado de salud empeoró y las obligó a presionar a las autoridades del penal: “Fue después como de tres horas que Mylene ya no dio más y unas compañeras la tomaron en brazo y la bajaron como pudieron. Ellos la hicieron caminar hasta una enfermería”.

Compañeras de Mylene en la cárcel de San Miguel exigen justicia por su muerte

Luego de esto, Mylene habría sido finalmente llevada hasta un centro de salud. Sin embargo, indica Paula, ya era muy tarde: “Ella ya iba muy grave, estaba muy amarilla, su estomago estaba voluptuoso”.

Esta versión, así como el último testimonio de Mylene Cartes, se contradice con lo expresado por Gendarmería en un comunicado público que se refirió a los hechos.

En él, se asegura que, “al momento de presentar complicaciones de salud”, la interna “fue trasladada de inmediato al hospital externo”. Se indica que fue llevada dos veces hasta este hospital, donde recibió atención médica por “fuertes dolores abdominales.

Desde el hospital penal, señala Gendarmería, fue trasladada de urgencia hasta el Hospital Barros Luco, donde falleció a las 9 de la noche del sábado.

Comunicado de Gendarmería

Compañeras de Mylene aseguran que ella fue trasladada por primera vez al hospital penal el viernes y niegan que haya sido llevada al lugar en una segunda oportunidad, sosteniendo que el sábado fue derivada directamente desde la cárcel al Hospital Barros Luco.

En ese sentido, las internas más cercanas a ella también descartan que haya sido atendida oportunamente e indican que su estado de salud era crítico aún cuando estaba en el Módulo 5.

“Tuvimos que bañarla, cambiarle la ropa. Vomitaba pura bilis, no daba más de su dolor. Lo único que decía ella era que no quería morirse”, indica Natalia, que también prefiere dejar su verdadero nombre en el anonimato.

“Se están muriendo nuestras compañeras y Gendarmería no hace nada”

Las internas de la cárcel de San Miguel aseguran que esta no cuenta con personal médico y que las mujeres que sufren de algún problema de salud no pueden optar al tratamiento necesario.

“Esta situación es alarmante, porque tenemos adultos mayores crónicos, no hay medicamentos, el recito no cuenta con médico, con matrona. Solo cuenta con un paramédico”, señala Paula

“En esta torre se encuentran internas con fiebre alta, dolores de pecho, de estomago, del cuerpo, diarrea, y ninguna de nosotras ha sida llevada al médico, a hacerse un examen, no nos han dado algún medicamento, nada. Estamos totalmente desamparadas en este lugar”, continúa.

Marta, otra interna del Módulo 5, asegura que ella misma ha vivido la precaria situación de salud al interior de la cárcel de San Miguel: “Tengo un problema de úlceras varicosas. A mi se me revientan los varices y es algo peligroso porque me puede dar una trombosis en las piernas”.

“Hace una semana se me reventaron dos. Cuando llegue a enfermería la enfermera me dijo ‘¿y por qué viniste ahora?, si tu sabes que atendemos en la mañana. Nosotras atendemos en la mañana y en la tarde tenemos otras cosas que hacer y no podemos estar atendiéndolas a la hora que se les ocurra”, relata Marta.

Myriam, también compañera de módulo Mylene, asegura haberla acompañado a la enfermería del penal y denuncia que el trato que recibió fue negligente y denigrante, bajándole el perfil a sus síntomas y quitándole seriedad a la situación.

“Las enfermeras se rieron en su cara. Yo vi todo el sufrimiento de mi amiga. Allá afuera no le prestaron atención. Nosotras queremos justicia para nuestra compañera. Necesitamos una salud digna, porque no somos animales, y a Mylene se le trató como un animal”, acusa Myriam.

Todas las internas contactadas por LaRed.cl solicitaron expresamente resguardar sus identidades, ya que, aseguran, Gendarmería ya las amenazó con tomar represalias por hacer públicos sus testimonios.

Internas de la cárcel de San Miguel piden justicia por la muerte de Mylene Cartes

“Dijeron que porque salimos en la tele, ahora nos van a reventar”, cuenta Paula, aludiendo a un procedimiento que consiste en allanar sus pertenencias, destruirlas y golpear a las internas.

Pese a esto, alerta que, de no solucionarse este problema, nuevos fallecimientos podrían ocurrir al interior del penal: “Nos vamos a morir todas. Necesitamos que la cárcel se haga cargo, que ponga un médico y una matrona”.

“Se están muriendo nuestras compañeras y Gendarmería no hace nada. Prácticamente nos tienen abandonadas. Independiente de que estemos imputadas o condenadas, somos personas”.