Molestia en la Corte Suprema: El último capítulo que deja de manifiesto que la Convención incomoda al poder constituido

Tras conocerse la propuesta de un grupo de convencionales de acortar el periodo de los jueces, el máximo tribunal del país salió a criticar la iniciativa, firmando que “ponen en riesgo” la inamovilidad de los jueces. Este es solo el último capítulo de tensiones y desencuentros entre el órgano redactor y las instituciones ya establecidas, las que ven en riesgo el poder que tienen hasta ahora.

Tensión se generó entre la Corte Suprema y la Convención Constitucional a raíz de una propuesta para la nueva Carta Mana para acortar el periodo de los jueces, lo que provocó molestia en el máximo tribunal del país.

Las iniciativas, que fueron aprobadas en general por la Comisión de Sistemas de Justicia del órgano redactor, tienen como objetivo limitar a ocho años la duración de los ministros de la Corte de Apelaciones y de los jueces de primera instancia.

Ante esto, el pleno de la Corte Suprema emitió un comunicado en que manifiesta su preocupación por las iniciativas aprobadas afirmando que “ponen en riesgo” la inamovilidad de los jueces.

“No solo contradice las recomendaciones internacionales, sino que pone en riesgo un elemento fundamental de toda sociedad democrática, que es el contar con jueces independientes”, señaló la ministra vocera Ángela Vivanco.

Las declaraciones de Vivanco generaron molestia en un grupo de convencionales que acusaron “intromisión indebida” e “intimidación” por parte de la Suprema.

“Consideramos una intromisión indebida por parte de la Corte Suprema y consideramos que es preocupante esta intromisión respecto a la independencia y a la autonomía de la Convención Constitucional”, señaló la convencional Manuela Royo.

Por su parte, el constituyente por Magallanes, Mauricio Daza (INN), aludió a que lo sucedido es un ataque directo a la autonomía de la Convención.

“Lo que ha ocurrido yo diría que es uno de los peores ataques a la autonomía que ha recibido la Convención Constitucional desde su instalación. La Corte Suprema se ha reunido como órgano del Estado y ha decidido manifestar una opinión concreta, crítica, respecto de una iniciativa que está en pleno debate en una de las comisiones de la Convención. No ha existido ningún otro órgano del poder constituido que, como tal, haya llegado tan lejos. Y esto es, insisto, un atentado a nuestra autonomía. Y lo que tenemos que hacer es hacer respetar esa autonomía”, señaló.

La discusión ha continuado durante esta jornada. En una entrevista con Radio Bío Bío, la ministra Vivanco se refirió a las declaraciones de los convencionales y la polémica que hay entre los dos poderes.

“Cuando el poder judicial da una opinión en materias como esta no es una defensa corporativa, si no que es una defensa del sistema de justicia para que sea lo más equilibrado posible y para que se respeten principios que para nosotros son relevantes como la independencia y la inamovilidad judicial”, señaló.

Pero la tensión entre la Corte Suprema y la Convención es el último capítulo de una serie de polémicas y desencuentros que ha generado la Convención con el poder establecido.

Debido a que los poderes constituidos no quieren ser regulados o que le cambien las reglas del juego, era natural que la aparición de un nuevo poder como es la Convención Constitucional, que viene a cambiar algunas reglas del juego, generara tensiones y desencuentros con las instituciones que ya están establecidas.

Tensión con La Moneda

Desde un comienzo se vio la mala relación entre el Poder Ejecutivo y la Convención, luego de que al día siguiente de la instalación del órgano redactor, los convencionales no pudieran iniciar su primera sesión por problemas técnicos y falta de herramientas básicas para trabajar y que debían ser proporcionados por La Moneda.

Al día siguiente y mientras la Convención intentaba sostenerse con ayuda de la Universidad de Chile que ofreció sus dependencias para sesionar, el vicepresidente del órgano redactor, Jaime Bassa, le rayó la cancha a Sebastián Piñera.

“Este no es un problema administrativo, este no es un problema técnico. Acá no es que haya fallado un enlace para la conexión de no sé qué. Este es un problema político. Aquí hay una forma de organización de poder popular, de poder institucional que está contando con la obstrucción del Poder Ejecutivo y no lo vamos a permitir”, afirmó Bassa.

Cabe recordar que tras solucionado el problema técnico, hubo problemas con el cargo de secretario ejecutivo, el que hace de nexo entre el Gobierno y la Convención.

Tras la renuncia de Francisco Encina, en menos de dos meses el cargo fue ocupado por dos personas: Catalina Parot quien duró solo un mes y Matías Cox, quien se desempeña hasta la actualidad.

Acortar periodo presidencial

La segunda polémica que generó la Convención fue a raíz de declaraciones de Bassa respecto a que era una posibilidad de que se acortara el periodo presidencial.

“Si la nueva Constitución establece un régimen transitorio que diga, por ejemplo, que un año después de entrada en vigencia de la constituyente el gobierno llamará a elecciones, el gobierno tendrá que llamar a elecciones”, dijo Bassa en septiembre del año pasado.

Sus declaraciones se dieron a menos de dos meses de las elecciones presidenciales, lo que generó tensión en el mundo político y hasta el ahora ex candidato presidencial oficialista, Sebastián Sichel, salió a cuestionar a Bassa.

“No son emperadores, no son los dueños de la democracia”, fue la critica de Sichel al vicepresidnete de la Convención.

Ante esto, el abogado constitucionalista salió a explicar sus dichos y la diferencia entre la Constituyente y la Constitución.

“Estas no son decisiones que va a tomar la Constituyente, estas son decisiones que van a quedar redactadas en la nueva Constitución, y obviamente, todas y todos, nos vamos a someter a lo que la nueva Constitución establezca”, aclaró Bassa.

Eliminar el Tribunal Constitucional

El último día de 2021, un grupo de convencionales presentaron una propuesta para eliminar el Tribunal Constitucional y designar un organismo que supervise la labor de la justicia y designe al Fiscal Nacional.

Según los convencionales, entre ellos Manuela Royo, señalaron que el TC “se debe actualizar el tipo de control en términos democráticos”.

“Se ha transformado en la práctica en legislador, en una tercera cámara”, señaló en esa oportunidad Royo.

Cabe recordar que la figura del TC ha sido cuestionada por funcionar como una “tercera cámara”, donde se ha intentado frenar proyectos de ley que ya habían sido aprobadas en el Parlamento.

En dictadura fue una institución poderosa recién en 2005 hubo acuerdo para modificarlo. En ese momento la derecha aceptó eliminar los senadores designados a cambio de reforzar su poder y veto político, el fue aumentado en 2009.

Tras la propuesta, Marisol Peña ex presidenta del Tribunal Constitucional, Mse m,mostró contraria al proyecto. “No le echemos la culpa a la institución del Tribunal Constitucional, sino que al sistema de nombramiento”.

Según Peña, el problema es la forma en que se eligen a los integrantes del TC. “Me gusta el sistema alemán; Sacaría al presidente de la República de las designaciones y dejaría al Congreso”.

“Sugeriría pensar en un Tribunal Constitucional con integración impar“, señaló como idea, agregando que “mantendría el control preventivo facultativo, no obligatorio, y agregaría que solo se puede ejercer en el momento final del proceso de aprobación de la ley”, señaló.

Cabe recordar que hasta el momento han sido solo propuestas por lo que aún ni siquiera se ha llegado a la instancia debatirlas. Sin embargo, el solo hecho de proponer algún tipo de cambio ha generado tensión en diversas instituciones, una muestra de la incomodidad que genera la Convención en el poder constituido.

Fotos: Flickr/Shutterstock