Cáncer de Kate Middleton: La criticada postura de William en los últimos dos meses que ahora cobra otro sentido

“Han sido un par de meses increíblemente difíciles para toda nuestra familia”, dijo el pasado viernes Kate Middleton en un conmovedor mensaje en video en el que contaba que padece cáncer y que ha dado la vuelta al mundo. Como bien dice, no ha sido fácil para nadie de su familia y muy especialmente para su esposo, el príncipe William, quién como heredero al trono, además ha tenido que lidiar con sus responsabilidades dentro de la Casa Real cuando no solo su esposa está enferma, sino que su padre también tiene cáncer.  Lo cierto es que durante este tiempo de convalecencia, el primero en la línea de sucesión al trono ha dado unos pasos institucionales escasos, que antes de que se conociese la verdad fueron criticados y también se le ha visto triste. Unas presencias y ausencias que ahora cobran todo el sentido.

A mediados de enero, por ejemplo, cuando el Palacio de Kensington emitió un comunicado en el que informaba que la princesa estaba ingresada y que había sido operada de una cirugía abdominal, fuentes oficiales aseguraron a varios medios británicos que el Príncipe posponía su agenda para estar junto a su esposa en el hospital. Una decisión que fue muy aplaudida por la opinión pública y por el propio Rey que le dejó ocuparse de lo verdaderamente importante. En aquel momento aún se desconocía que Kate tenía cáncer. Por eso no fue tan raro ver al príncipe visitar el hospital el 18 de enero. Tras esto, el 7 de febrero, participó en su primer acto público después de casi un mes. Apareció visiblemente desmejorado y delgado en una investidura en el Castillo de Windsor, muestra de los momentos de preocupación e intranquilidad vividos que se evidenciaron en su físico.

El 20 de febrero y por sorpresa, el príncipe se posicionó sobre la guerra de Gaza. Los miembros de la realeza no suelen manifestar en público sus opiniones sobre política, pero él lo hizo y debido a esto, sus palabras se convirtieron en unas declaraciones que fueron de lo más comentadas. Una semana después, cuando quedaban minutos para que diera comienzo el funeral en Windsor por el rey Constantino de Grecia, el príncipe William anunció que no acudiría alegando “motivos personales”. Aquí fue cuando todos comenzaron a sospechar que algo había detrás de su visible preocupación. Una extraña ausencia teniendo en cuenta los lazos familiares y de amistad entre los Windsor y la Familia Real helena, que muchos interpretaron como que la salud de Kate Middleton podría haber empeorado. Aunque se informó que la Princesa se encontraba “bien”, en realidad fue a finales del mes de febrero cuando la Princesa comenzó su tratamiento de quimioterapia preventiva, según informó hace unos días el Palacio de Kensington, lo que respondería al absentismo del príncipe en el funeral de su padrino.

Por otro lado, el 1 de marzo, el príncipe cambió radicalmente su actitud. Apareció de lo más animado participando en diferentes actos con motivo del Día de Gales. Se hizo selfies y protagonizó simpáticas anécdotas, y hasta le dieron juguetes con dragones galeses para sus hijos y flores para su esposa. Eso sí, también le tocó aguantar que se distribuyera la polémica foto de Kate Middleton y sus hijos por el Día de la Madre (que fue editada) y estuvo nuevamente en el centro de las cámaras.

Eso sí, a mediados de marzo vivió el peor momento tras el anuncio de su esposa. Y a pesar del duro momento que está viviendo, su posición dentro de la monarquía británica le hace indispensable en ciertos actos, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia del monarca, también por cáncer.