La horrible tradición de la realeza que Harry no continuará con sus hijos

¡Una sorprendente ruptura con la tradición ha sacudido los cimientos de la realeza británica! A lo largo de los siglos, la familia real ha mantenido rituales y costumbres inalterables, pasados de padres a hijos como preciados legados. Pero ahora, el príncipe Harry, conocido por su espíritu rebelde y su disposición a desafiar las convenciones, ha decidido acabar con una antigua práctica que él mismo califica de “desagradable”. 

¡El príncipe Harry ha vuelto a capturar la atención mundial con un acto audaz que desafía la tradición! A lo largo de sus años en la Familia Real Británica, Harry se ha destacado por su personalidad rebelde y su actitud desafiante hacia las normas establecidas. Ahora, ha tomado una decisión que promete agitar aún más el estatus quo: ha decidido abolir una ceremonia que, según él, resulta “desagradable”. Esta ceremonia en particular tiene lugar en el majestuoso Castillo de Balmoral, el refugio veraniego de la realeza en Escocia. Durante décadas, esta tradición ha sido una parte integral de las vacaciones de la familia real, un evento que simboliza la continuidad de las costumbres ancestrales. Sin embargo, Harry, con su afán de modernizar y adaptar las viejas prácticas a sus propios valores, ha optado por poner fin a esta costumbre, una que él considera innecesaria y poco acorde con sus principios. 

En su reciente libro, el príncipe Harry comparte una experiencia impactante de su juventud que ha dejado a muchos sorprendidos. Con apenas 15 años, participó en una cacería de ciervos en la finca escocesa del Castillo de Balmoral, un evento que culminó en una tradición conocida como la “sangría”. Esta ceremonia, que exige que el cazador se unte la cara con la sangre del ciervo abatido, resultó ser una experiencia perturbadora para el joven Harry. Relata cómo su guía, Sandy, le obligó a introducir su cabeza en el cuerpo del ciervo, una experiencia que describió como extremadamente desagradable. El olor penetrante del animal le provocó náuseas y dejó una impresión duradera en él. 

En su libro, Harry no solo narra su experiencia con la ceremonia de la “sangría”, sino que también desvela detalles aún más inquietantes de aquella tradición. Tras la cacería de su primer ciervo a los 15 años, el joven Harry fue sometido a una práctica adicional que le resultó particularmente perturbadora. Se le pidió que dejara secar el plasma del ciervo en su rostro mientras se le explicaba que este ritual tenía el propósito de simbolizar el respeto y la conexión con la naturaleza.

Años después, con una visión claramente diferente sobre lo que considera apropiado, el príncipe Harry ha tomado una decisión decisiva: no permitirá que esta práctica continúe. Determinado a proteger a sus propios hijos, Archie y la princesa Lilibet, frutos de su matrimonio con Meghan Markle, de experiencias similares, ha decidido poner fin a esta tradición que él considera anticuada y desagradable. 

¡Más de cuatro años han pasado desde que el príncipe Harry y Meghan Markle dieron el gran paso de desvincularse como miembros activos de la Familia Real, y la tensión con los Windsor parece no haber disminuido! Desde su retiro, los duques de Sussex han mantenido una presencia constante en los medios, realizando declaraciones que han agitado aún más las aguas en la realeza británica. Durante este tiempo, la familia real ha atravesado diversas pruebas, incluyendo problemas de salud de figuras clave como la princesa de Gales y el rey Carlos III.

A pesar de estos desafíos, las relaciones entre Harry, Meghan y el resto de la familia real no han logrado restablecerse completamente. Las diferencias y tensiones persisten, marcando un distanciamiento que parece desafiar el paso del tiempo y los esfuerzos de reconciliación. ¿Podrá el tiempo y los acontecimientos futuros suavizar las asperezas entre los duques de Sussex y la familia Windsor?