Lo que Kate Middleton debe cambiar en su estilo de vida ante un tratamiento por cáncer

Kate Middleton continúa con su proceso de recuperación tras anunciar el pasado 22 de marzo que padecía cáncer y que se estaba sometiendo a un tratamiento de quimioterapia preventivo. Sin duda, un procedimiento que puede tener efectos secundarios que se pueden tratar de mitigar siguiendo una serie de consejos, relacionados con el estilo de vida. La alimentación y el ejercicio físico han de adaptarse y se convierten en grandes aliados de las personas que afrontan un proceso de lucha contra el cáncer. Por eso, desde el primer instante, la esposa del príncipe William ha tenido que cambiar su estilo de vida para que el cuerpo pueda recuperarse.

Lo primero que tenemos que tener presente es en qué consiste un tratamiento de quimioterapia preventiva, como es el que está recibiendo la Princesa de Gales. Según informaciones médicas, se trata de un tratamiento de quimioterapia que normalmente se da en lo que se suele ser el contexto adyuvante, es decir, ayuda tras un tratamiento curativo de la enfermedad. Sin embargo, esto también tiene efectos secundarios. Unas consecuencias que pueden afectar a la calidad de vida de quien los padece. Y es que se habla de falta de apetito, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, pérdida de peso, boca seca, llagas en la boca o en la garganta, dificultades para tragar, cambios en los sabores de los alimentos y sensación de plenitud rápida. Es decir, comemos poca cantidad y enseguida nos sentimos llenos. De ahí que se pierda peso rápidamente porque enseguida se puede sentir una sensación de plenitud de estómago, que es algo que también se debe prevenir.

Ante esto, según información profesional, lo que se debe hacer primero es cumplir las recomendaciones médicas en relación a la agenda de tratamientos, así como los tratamientos que los oncólogos prescriben de cara a domicilio, para de alguna manera disminuir esos efectos adversos o evitar la posibilidad de que aparezcan. “Hay bastantes estudios que relacionan de alguna manera la dieta mediterránea con su efecto antiinflamatorio y su efecto anticancerígeno”, comenzó a decir no sin antes señalar que el hecho de tener una dieta basada en frutas y verduras, en carnes blancas, en una variedad importante de carne y pescado, sí que favorece una mejor tolerancia y muy probablemente impacte de forma muy positiva en el resultado oncológico. Además de implantar una dieta con cierta capacidad antioxidante, ya que también es fundamental el aporte de verduras y frutas, y una variedad de colores en los alimentos.

Pero esto no sería lo único porque tampoco se puede prescindir de alimentos grasos, alimentos cárnicos o incluso de pescados. Hay que recordar que en los tratamientos de quimioterapia existe un efecto colateral sobre los tejidos normales y, por tanto, se precisa de proteínas, grasas, incluso hidratos de carbono, para poder reconstruir de nuevo los tejidos y que el organismo se recupere. Y es que el tratamiento de quimioterapia o los tratamientos adyuvantes, en definitiva, cualquier tipo de tratamiento oncológico, tiene una erosión importante en el paciente que muchas veces tiene un efecto acumulativo. “A medida que van pasando los ciclos de tratamiento, vemos que tiene una repercusión superior”, informan. 

Eso sí, junto a la dieta, el ejercicio, sin duda, es otro pilar fundamental. Y es que cada vez hay más evidencia científica de que realizar un ejercicio adaptado y adecuado durante los tratamientos de quimioterapia, ya sea en enfermedad avanzada como durante el contexto adyuvante, repercute muy positivamente sobre aspectos como puede ser la tolerabilidad del tratamiento. En caso no se lleguen a cumplir estas condiciones, el proceso cancerígeno llevaría a la posibilidad de que aparezca la malnutrición. ¡A tomar precauciones!