La estrategia con la que Kate alejó al príncipe William de otras mujeres

¡Toma notas! Parece que Kate Middleton siempre supo lo que quiso, y es que la actual Princesa de Gales tuvo una ingeniosa estrategia con la que logró alejar a otras mujeres de la vida de su actual esposo, el príncipe William.

El romance que hoy une al príncipe William y a Kate Middleton tuvo sus primeros capítulos en la Universidad de St. Andrews, donde los dos jóvenes estudiantes forjaron una buena amistad que, con el paso del tiempo y un poco de estratégia por parte de Kate, se transformó en una relación profunda y sólida. Hoy, los orgullosos padres del príncipe George, la princesa Charlotte y el pequeño Louis, son una de las parejas más queridas y admiradas del mundo. Pero, antes de que su relación se convirtiera en un cuento de hadas, hubo una etapa que requirió ingenio y astucia. Kate, que en ese entonces aún no ostentaba el título de princesa de Gales, tuvo que ingeniárselas para proteger su incipiente noviazgo de las numerosas mujeres que, al igual que ella, veían en William una gran oportunidad. Con su ingenio y cautela, Kate ideó una estrategia que logró mantener a las “pretendientes” a raya, asegurando así que la atención del futuro príncipe estuviera solo en ella.

En sus primeros años como pareja, William, se encontraba frecuentemente en situaciones incómodas. A menudo, jóvenes mujeres se acercaban a él en eventos y fiestas, buscando llamar su atención de manera persistente. Sin embargo, el príncipe no siempre sabía cómo rechazar esos avances sin causar un malentendido. Una de las anécdotas más sorprendentes y curiosas de esos primeros días, relatada por Nicholl, narra un incidente en el que Kate intervino para proteger su incipiente relación. En una fiesta, una joven se acercó demasiado al príncipe William, sin parecer darse cuenta de los límites que él no se atrevía a poner. Fue entonces cuando Kate, quien en ese momento apenas llevaba unos meses saliendo con William, mostró una determinación fuera de lo común.

Sin pensarlo demasiado, Kate se acercó sigilosamente por detrás de William, lo abrazó y actuó como si fuera su pareja. Este gesto, sencillo pero efectivo, le proporcionó la excusa perfecta al príncipe para rechazar los avances de la joven insistente, todo sin necesidad de crear un conflicto ni dar explicaciones incómodas. Fue un movimiento lleno de astucia y complicidad, que no solo dejó claro el mensaje de que William ya tenía a alguien especial en su vida, sino que también mostró el compromiso y la protección que Kate sentía por la relación que estaban construyendo.

A medida que la amistad entre el príncipe William y Kate Middleton se profundizaba, también lo hacía su conexión personal. Después de un tiempo, decidieron dar un paso importante en su relación y comenzar a vivir juntos, un hito significativo para cualquier pareja, pero aún más en el contexto real. Su primer hogar compartido fue un modesto apartamento en Hope Street, en St. Andrews, donde vivieron junto a algunos amigos. Sin embargo, la vida en el ojo público, incluso en un entorno académico, no siempre es fácil, y pronto se dieron cuenta de que necesitaban un lugar donde pudieran disfrutar de la tranquilidad y la privacidad que su relación requería.

Fue así como la pareja se mudó a Balgove House, una propiedad privada situada en un entorno rural, lejos de las miradas curiosas. Pero no solo Balgove House fue su santuario. La pareja también tenía acceso a Tam-Na-Ghar Cottage, una encantadora propiedad en la finca de Balmoral que William heredó de su bisabuela, la Reina Madre.