Si al despertar tienes ciertos malestares físicos, como dolor de la mandíbula, de la cabeza o del cuello, podrías ser un bruxista.
El intenso ritmo de vida al que estamos exigidos en estos tiempos, suele mantenernos tan ocupados, que ni siquiera nos damos tiempo para percatarnos cómo el cuerpo afronta esa presión cotidiana. No obstante, nuestro sabio organismo no necesita que le prestemos atención para tener reacciones de agotamiento o colapsos nerviosos.
Una de las señales más comunes y que afecta a miles de personas es el bruxismo, un hábito involuntario que algunas personas tienen al dormir y que consiste en morder sus propios dientes o apretar fuertemente sus mandíbulas.
Quien tiene este trastorno no está consciente de que su dentadura está rechinando, y si comparte la cama con alguien es esa persona quien descubre que duerme junto a un bruxista.
El bruxismo es parte de las “nuevas patologías que crecen por el ritmo de vida que llevamos, como el insomnio”, según dice la doctora Núria Roure al sitio Playground. Esta experta, además, explica que la principal causa de este problema es genético, y es hereditario entre un 20% y 50% de los casos, y precisa que existen desencadenantes secundarios como el estrés y la ansiedad, o el consumo de tabaco o alcohol poco antes de acostarse.
Pero no solo existe el bruxismo nocturno. También es posible que una persona tenga la manía de morderse intensamente sus dientes durante el día, también como “una respuesta al estrés o la ansiedad diurna o a una distonía de la mandíbula”, puntualizó Roure.
Para encontrar solución a este trastorno, la especialista cree que lo importante es “ir a la causa, no a paliar el síntoma. La ansiedad es una patología que no hace ruido si no la sabemos escuchar”. Por ello, es importante evitar las situaciones que producen estrés frecuente y respetar los tiempos de descanso, para que nuestro cuerpo no se queje con manifestaciones como estas.
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