Los problemas que puede acarrear la falta de sueño

No dormir las horas necesarias aumenta los trastornos de ánimo e incluso el riesgo de muerte, indica la doctora Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana.

Pareciera que hoy en día la prioridad número uno es el trabajo y las responsabilidades laborales, en desmedro de la salud tanto física como mental. Debido al ajetreado estilo de vida que se vive en las grandes urbes, muchos prefieren dormir menos para estar más tiempo despiertos y así, poder cumplir con las obligaciones diarias.

Sin embargo, el estrés y la falta de sueño pueden acarrear problemas que van desde el mal humor y la falta de energía, hasta efectos más graves como accidentes, aumento de riesgo cardiovascular, depresión entre otros trastornos.

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La doctora Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana, afirma que las horas de sueño necesarias dependen de varios factores, los que varían según la edad que tenga cada individuo, y también existe una variabilidad individual que depende de cada persona (genética). En general, los recién nacidos requieren al menos 20 horas y un adulto, promedio de 8, mientras una persona de la tercera edad necesita entre 6 y 7 horas. Sin embargo, lo importante es recordar que las horas de sueño dependen de las necesidades de cada persona y deben ser las suficientes para amanecer fresco y descansado al día siguiente.

Las consecuencias de privarse de las horas necesarias pueden ir desde una baja capacidad de concentración hasta incluso la muerte. Según señala la doctora Mery, en los adultos que duermen menos de seis horas, el riesgo de muerte crece en promedio un 12%.

La privación de sueño aumenta nuestro estado depresivo y no solo eso, también otros trastornos de ánimo. Dormir menos de seis horas por noche hace que uno esté más ansioso, desanimado, inestable desde el punto de vista emocional e irritable, y eso es reversible al normalizar las horas de sueño”, asegura la doctora Mery.

La experta de la Clínica Alemana agrega que la falta de sueño también afecta la libido, ya que disminuir las horas de sueño a menos de 5 al día baja los niveles de testosterona en hombres sanos y aumenta al doble la incidencia de impotencia.

Es importante destacar que la relación entre sueño y trastorno de ánimo es bidireccional y que ambos suelen estar asociados.

Por otro lado, que una persona adulta duerma menos de 6 horas diarias incrementa factores de riesgo cardiovascular, como diabetes e hipertensión, entre otras patologías.

¿Cómo tener una mejor calidad de sueño?

La doctora Mery señala que es importante mantener una buena “higiene de sueño”, lo que se refiere a una serie de prácticas que pueden ayudar a conseguir un descanso reparador y un adecuado estado de vigilia posterior. Para esto, es importante recordar que el sueño es un proceso complejo, que solo se da cuando están las condiciones adecuadas para ello.

En este sentido se recomienda mantener horarios regulares que ayuden a tener en orden el ciclo circadiano, lo que contribuye a prevenir el insomnio y la dificultad para conciliar el sueño.

Es importante tener una rutina para acostarse, por ejemplo, bajar la intensidad de las luces en la casa y de las actividades cuando empieza a oscurecer; lavarse los dientes, la cara, y hacer algo que a uno lo relaje. Estas son cosas que ayudan a que se instale el proceso del sueño”, dice la neuróloga

Agrega que el dormitorio debe ser un lugar de reposo que inconscientemente uno relacione con descansar. “Las personas que doblan la ropa en la cama, planchan en la cama, comen en la cama, se pintan en la cama, obviamente no asocian su dormitorio con un lugar de descanso”.

Otra práctica recomendable es exponerse a la luz en la mañana. Eso ayuda a que la inercia del sueño pase más rápido y se logre pronto un nivel de alerta.

En cambio, en la tarde, se recomienda evitar la luz muy intensa. “Los celulares, las tablets y computadores están iluminados directamente desde atrás, por lo tanto, usarlos en la noche es como estar mirando el sol. Esto inhibe la secreción de las hormonas que regulan el ciclo de sueño, lo que hace que nos desvelemos”.

Fotos: Shutterstock

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