Arturo Zúñiga dice que le “cuesta entender” que los constituyentes no puedan tener un trabajo remunerado adicional

Sus compañeros en la Comisión de Ética de la Convención le explicaron que deben tener dedicación exclusiva, ya que les queda poco tiempo, además de que la dieta que reciben “sobrepasa la remuneración de cualquier chileno”.

El proceso constituyente que está viviendo Chile es inédito en su historia. La importancia para el futuro del país es tal que internacionalmente es visto con atención, teniendo en cuenta que la nueva Constitución será la primera paritaria a nivel mundial y la primera de la era post pandemia.

Sin embargo, pareciera que no todos están conscientes de la importancia que tiene la Convención para el futuro de la sociedad chilena.

Por lo menos así se apreció en la sesión de la Comisión de Ética de la Convención, en la que el constituyente Arturo Zúñiga señaló que le “cuesta entender” la prohibición que tienen sus miembros de tener un trabajo remunerado adicional al de escribir la propuesta de Carta Magna.

“Me cuesta entender el fondo todavía, porque no sé qué se quiere regular acá. Uno podría pensar que es conflicto de interés, pero entiendo que hacer clases no es lo mismo. ¿Cuál es la lógica de diferenciación con otros empleos? Ahora se dice que es la remuneración. ¿En qué afecta a la Convención dedicar tiempo en ganar plata o en cuidar a nuestros hijos?, ¿cuál es la diferencia?”, consultó el ex subsecretario de Redes Asistenciales del Minsal.

El primero en aclararle sus dudas fue el constituyente Christian Vera, quien indicó que “las tres razones por las cuales Arturo se va a oponer, justifican sobradamente que esta norma exista”.

“Primero: Intenta regular la dedicación, para que nuestro empeño sea totalmente acá. Segundo: tenemos una dieta, y sobrepasa la remuneración de cualquier chileno. Tercero: lo que hace es justamente prevenir el conflicto de interés. Las tres buenas razones son las mismas por las cuales tú te intentas oponer”, señaló.

Luego fue Benito Baranda, quien intentó explicarle la importancia y responsabilidad que tienen los constituyente y el poco tiempo que les queda para escribir la nueva Carta Magna.

“Nos quedan 10 meses como máximo y debemos dedicarnos exclusivamente a este trabajo de la Constitución. No nos inhabilita del cuidado de nuestros padres, hijos y responsabilidades particulares. Varios acá renunciamos a nuestros trabajos previos para dedicarnos a esto”, señaló.

Lo expuesto por Baranda va en la línea de los señalado hace algunos días por el vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa, quien reconoció que “estamos contra el tiempo”, ya que queden 41 semanas de trabajo.

“Soy de los que cree que está contra el tiempo desde el primer día. Esta es la séptima semana de trabajo de un total de 52. Por distintas razones no nos damos cuenta de cómo va pasando el tiempo”, señaló.

De todas formas, Bassa señaló que “en un mes sin tener reglas previas logramos establecer comisiones provisorias, procedimientos, competencias e integrantes”.

“Si durante el primer mes la constituyente fue capaz de hacer eso (…) yo creo que es razonable que en un año lo podemos hacer con la constitución en su conjunto”, afirmó.

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