Al igual que en el resto de América Latina, las casas de apuestas iniciaron una fuerte estrategia comercial, tendiente a ganar los auspicios de los principales clubes futbolísticos del país. Nunca el dinero había sido tan necesario.
Un golpe a la cátedra dio la casa de apuestas Betsson al convertirse este año en patrocinadora de uno de los principales equipos de fútbol chileno. La plataforma internacional de apuestas llegó a Chile, y todo indica que viene para quedarse. De hecho, puedes leer más detalles en la reseña de Betsson en Chile.
Los nuevos dineros que ingresarán a las arcas de los clubes producto de estos auspicios podrían ser la única bocanada de aire que los salve de la crisis económica. En este sentido, no se puede desconocer que la industria del fútbol se encuentra en un escenario francamente complicado
Administraciones deficientes y corrupción a todo nivel forman parte de una debacle que también están sufriendo en Argentina y que tiene a la mayoría de los clubes endeudados. Los semilleros de nuevas promesas funcionan con lo mínimo e incluso los propios jugadores o sus familias asumen los costos de traslados y alimentación.
Acuerdos que benefician a ambas partes
En el primer lugar de la lista de equipos patrocinados por Betsson se encuentra Colo-Colo al cual el gigante sueco auspiciará por un año, con posibilidad de renovación.
El acuerdo comercial con los máximos dirigentes del equipo albo consideró el financiamiento de algunos gastos operacionales del club y sus jugadores.
A cambio de ello, las mangas de las camisetas de los futbolistas contarán con un logo destacado de la casa de apuestas, el cual irá en color blanco o negro dependiendo de si juegan de local o visita.
En Colo Colo, están satisfechos con el convenio. De hecho, en enero pasado el entonces presidente del club, Edmundo Valladores aseguró que “Colo-Colo vuelve a ser sinónimo de grandes acuerdos comerciales. Eso nos ayuda a posicionarnos como una institución muy valiosa, desde el punto de vista deportivo y también en la gestión global”.
En tanto, Andrea Rossi, director Comercial para Sudamérica de Betsson, explicó que la estrategia de expansión de la Casa de Apuestas considera asociaciones con clubes locales reconocidos. “Fortalecemos nuestra marca y le entregamos algo a los clubes, permitiéndoles invertir más en sus jugadores y cuerpo técnico junto con facilidades para hacer el fútbol mucho
más apasionante” comentó.
Colo Colo es en la actualidad el equipo más querido y popular de Chile. Además es el único combinado que ganó la Copa Libertadores y a lo largo de su historia ha acumulado 32 títulos en el campeonato nacional.
Al patrocinio de Betsson a Colo colo se suma Betway que financiará a Coquimbo, Ñublense, Everton, Audax Italiano y Unión la Calera.
En tanto, Universidad de Chile será auspiciada por la casa de apuestas Betano, al igual que Deportes La Serena, mientras que Curicó Unido contará con el apoyo de Juega En Línea.
Dos escenarios muy distintos
La llegada masiva de distintas casas de apuestas a América latina coincide con el endurecimiento de las restricciones al iGaming en los países del llamado “Primer mundo”.
En efecto, naciones europeas como Inglaterra y Francia están eliminando la publicidad de las camisetas de los jugadores y obstaculizando el crecimiento del negocio del entretenimiento.
Todo con el ánimo de separar las actividades y evitar episodios de corrupción en los clubes.
Ello porque la danza de millones de la industria del iGaming puede nublar el juicio de algunas personas y colocarlas en disposición de aceptar dinero por influir en un resultado deportivo.
Ejemplo de ello es el caso denunciado por el periodista árabe Amjad Taha, respecto a que en el Mundial de Qatar a ocho jugadores de Ecuador les ofrecieron sobornos para que se dejaran ganar en el partido de debut contra la nación anfitriona.
En la ocasión el profesional aseguró que la corrupción está avanzando a gran velocidad y es deber de los Estados y responsabilidad de los ciudadanos colocarle frenos y evitarla.
En tanto, legisladores y autoridades nacionales han resaltado la necesidad de llenar los vacíos legales existentes respecto al funcionamiento del juego en línea. De hecho, en marzo de este año fue ingresado al Congreso un proyecto de ley que prohibirá los patrocinios que mezclen el deporte con la industria del entretenimiento, el cual estaría próximo a votarse.
En Chile, el único órgano estatal que fiscaliza el funcionamiento de los casinos online y casas de apuestas es la Superintendencia de Casinos de Juegos dependiente del Ministerio de Hacienda.
De acuerdo a los datos del estudio “ABC del Gaming” de la agencia Wild Fi, actualmente el 52% de la población chilena reconoce jugar en línea y dedicar de 5 a 10 horas semanales a distintos videojuegos. Además, un porcentaje similar apuesta semanalmente en algún juego de azar o
deporte. Por todo esto, en 2021 la industria del iGaming generó en Chile operaciones comerciales que ascendieron a US$ 170 millones.