Autotrazabilidad de contactos estrechos: La nueva medida del Gobierno en medio de la tercera ola y con personal de salud recortado

Cuando el país tiene el máximo de casos activos de Covid-19 de toda la pandemia y la variante Ómicron avanza explosivamente en todo el mundo, el Minsal anunció que cada contagiado será responsable de notificarle a sus contactos estrechos. En tanto, 18 mil trabajadores han sido desvinculados de la red de salud pública en los últimos meses y funcionarios despedidos de la Seremi denuncian un desmantelamiento de la estrategia de trazabilidad.

La tercera ola de la pandemia del Coronvairus ya está golpeando al país. Este lunes se detectaron 8.904 nuevos casos luego de un fin de semana donde se alcanzó dos veces el máximo diario de toda la pandemia.

En cuanto a casos activos, Chile también marcó un nuevo récord. Actualmente hay 51.691 personas con Covid-19, la mayor cifra desde que comenzó la crisis sanitaria.

Con este panorama nacional, el Ministerio de Salud tomó una insólita decisión: será responsabilidad de cada contagiado con el virus informar sus contactos estrechos, los que quedarán en estado de “alerta Covid”.

Así lo informó hoy la subsecretaria de Salud Pública, María Teresa Valenzuela, que explicó que la trazabilidad de la pandemia tendrá “un nuevo enfoque de responsabilidad individual y autocuidado”.

“La persona deberá dar aviso de su condición de caso confirmado a todas las personas que pueda contactar directamente con las que ha tenido proximidad desde los dos días antes del inicio de síntomas o dos días antes de la toma de muestra del examen PCR o test de antígeno”, detalló la subsecretaria.

Esta medida se da a conocer a a meses de que el Gobierno decidiera no renovar los contratos de 18 mil trabajadores de la salud, que entre septiembre y diciembre abandonaron la red de atención pública.

Además, un grupo de 80 ex funcionarios de la Seremi de Salud Metropolitana denunciaron su despido injustificado. Estos prestaban servicios de trazabilidad, acusando un desmantelamiento de esta estrategia de parte del Gobierno.

Todo mientras el presidente Sebastián Piñera le baja el perfil al explosivo avance de la variante Ómicron en el mundo, descartando volver a cuarentenas en el país y emitiendo imprudentes declaraciones asegurando que “lo peor de la crisis ya pasó”.

La desmedida confianza de Piñera radica en la masiva vacunación en el país. Y además de configurar un pésimo precedente en comunicación de riesgo, el mandatario ignora las recomendaciones de expertos de la OMS, que ya han alertado que las dosis de refuerzo contra el Covid-19 no bastan para frenar la pandemia.

Las polémicas del Gobierno durante la pandemia

Esta determinación del Gobierno bien podría incluirse en la lista de polémicas que ha protagonizado el Ejecutivo durante el manejo de la pandemia.

En marzo de 2020, en el inicio de la crisis sanitaria, las autoridades arrendaron el Espacio Riesco para su uso como centro hospitalario, un contrato marcado por el secretismo y que en su primer mes le costó al Estado $86 millones, lejos de los $17 millones que se habían informado. Además, Contraloría detectó el pago doble de las mismas prestaciones, dejando $1600 millones sin justificar.

Una situación similar ocurrió en abril, cuando se descubrió que los hoteles arrendados por el Gobierno tenían tarifas que cuadriplicaban lo informado por el entonces ministro de Salud Jaime Mañalich.

En junio, se descubrió que las cifras entregadas por el Minsal sobre las personas muertas a causa del Covid-19 eran manipuladas y no contabilizaban los casos sospechosos, los que sí eran contabilizados en los informes entregados a la Organización Mundial de la Salud.

Uno de los episodios más recientes ocurrió en el 2021, en mayo, cuando el Colegio Médico reveló que la Mesa Asesora Covid-19 del Gobierno, instancia importante en la toma se decisiones respecto de la pandemia, no existía formalmente y no tenía actas de reuniones ni integrantes. O sea, eran los propios personeros del Minsal que se “asesoraban” a ellos mismos.