La familia no escuchó razones con tal de cumplir el último deseo de la anciana.
Judith Streng, de 77 años, intentaba inmortalizar el momento cuando este se desprendió de la orilla.
Se trata de Luna, una noble compañera que le sigue los pasos a su querida amiga que a penas puede caminar.
La mujer se mantiene en forma y sexy con un entrenamiento inusual que involucra un balón medicinal.
La anciana fue brutalmente golpeada por los delincuentes, quienes ingresaron a su casa fuertemente armados.