Estas aguas de color rosáceo preocupan a las autoridades ya que, aunque no son peligrosas para la fauna que habita ahí, sí puede serlo para l
El valiente hombre no dudó en lanzarse al agua fría para salvar a los dos canes en peligro.
Elliot McGucken se encontraba de viaje cuando vio un insólito paisaje: un lago en la zona más seca de toda América del Norte, Death Valley.
La construcción se extiende alrededor de un kilómetro, y tiene muros de hasta 3 ó 4 metros de alto.