Los efectos son inmediatos donde hay mejoras en la circulación sanguínea y aumento de la sensibilidad.
Se trata de un trastorno que se produce como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo.
De 50 millones de afectados de demencia, actualmente en el mundo, las cifras podrían triplicarse y alcanzar 150 millones en 2050.