El animal vio que su pequeño amigo estaba en peligro, corrió hacia él, lo agarró con el hocico y evitó que fuera arrollado.
El sujeto llegó al lugar y adquirió el animal con una tarjeta de crédito robada.
Ocurrió en la provincia china de Henan donde una madre debió decirle adiós a uno de sus hijos.